Tomás Gómez
Mientras la cifra de pacientes del coronavirus dados de alta a nivel nacional sigue desfasada, el registro en los centros penales reportó un progreso positivo en las últimas 72 horas, pasando de 160 a 282.
Así, de acuerdo a la estadística del Ministerio de Justicia, para este lunes eran 183 las personas privadas de libertad que se mantenían con el virus activo, 12 de los cuales se mantienen hospitalizadas.
En conversación con El Observador, la viceministra encargada, Diana Posada, explicó que de manera continua el personal médico de los centros penitenciarios realiza rondas para vigilar los síntomas de las personas infectadas , lo que ha permitido ir estableciendo las recuperaciones.
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“Esto no significa que se les deja de acompañar y darles un seguimiento. Hay que garantizar que estén bien desde el punto de vista de salud”, detalló la jerarca, quien explicó que se hace monitoreo de temas como signos vitales, temperatura y medicación para asegurar la salud de las personas.
Según ella, a la fecha las principales afectaciones han estados en los centros Luis Paulino Mora, Gerardo Rodríguez y Jorge Arturo Montero, vinculados al complejo conocido como La Reforma y el CAI San José, también llamado San Sebastián.
La salud mental entra en juego
La viceministra Posada enfatizó este lunes en que además de las labores médicas el personal de psicología y trabajo social también está teniendo un rol fundamental para atender la crisis de la pandemia en los espacios de encierro.
Así, además de los proyectos de reinserción social, los profesionales han asumido labores de acompañamiento para asegurar el bienestar general de la población, incluyendo la parte mental.
“Evidentemente esto es un momento en la coyuntura nacional y mundial que genera mucho estrés, mucha ansiedad, mucha incertidumbre y pues estar privado de libertad ya genera eso y la pandemia lo aumenta”, citó la vocera.
Junto a ellos sigue trabajando también en personal jurídico para asegurar los servicios en temas de justicia a los que sigue teniendo derecho la población privada de libertad.
