Redacción El Observador
El sector productivo y exportador costarricense, representado en 17 cámaras empresariales y con excepción de Uccaep, remitieron una carta al presidente Carlos Alvarado donde le solicitan renegociar el contrato con APM terminals, empresa que opera la Terminal de Contenedores de Moín.
El principal reclamo de los exportadores son los altos costos de operación de la terminal, lo que resta competitividad al sector productivo.
“Hay varios puntos pero fundamentalmente es el tema de tarifas que le restan competitividad al sector, ya tenemos problemas con el comportamiento del tipo de cambio y a eso hay que sumar el incremento en estos costos” dijo Laura Bonilla, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco).
Alfredo Volio, de la Cámara de Productores de Piña, explicó que la carta refleja una preocupación de los sectores productivos. “Estamos firmando muchas cámaras en representación de muchos sectores”, acotó.
Paradójicamente, la carta remitida al mandatario por los representantes empresariales no fue suscrita por el presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), Gonzalo Delgado. Junto a su nombre se consignó la leyenda “no firmó”.
El Observador supo que esta situación generó malestar entre representantes de organizaciones empresariales.
“Uccaep no la firma aparentemente porque tienen algunas reservas sobre algunos de los puntos considerados en la nota y prefirieron no firmarla. Sí nos pareció un poquito rara la posición de Uccaep” dijo Volio.
“Entiendo que es un tema de tiempo, ellos (Uccaep) querían unos cambios y fue un tema de tiempo”, explicó la presidenta de Cadexco.
Ya había una queja
El junio anterior varias organizaciones de exportadores, entre ellas Cadexco, la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep), la Cámara Nacional de Agricultura (CNAA) y la Corporación Bananera Nacional (Corbana), presentaron una queja al Consejo Portuario Nacional que consta en el oficio CE-2019-1049.
Puntualmente, en esa ocasión el sector reclamó:
- Demoras por congestión en la entrada al puerto genera impactan la cadena de frío y calidad para la carga refrigerada perecedera.
- Atrasos en el reporte de fallas de las unidades reefer, que se deriva en pérdidas de fruta.
- Fallas en los procesos crean demoras en la rotación de los buques e incumplimiento de las ventanas de atraque acordadas.
- Restricción recurrente de recepción anticipada de carga refrigerada no existe en otros puertos y ocasiona costos adicionales.
- Contenedores extraviados o dejados de embarcar por problemas en el sistema o fallas en la información.
- Software de manejo de la terminal falla con frecuencia.
- Incremento en daños físicos a los contenedores (cargados y vacíos).
- Proceso para efectuar reclamos por daños a los contenedores es complejo y lento, diseñado para desalentar los reclamos.
- Demora de dos horas desde piloto a bordo (POB) al buque all fast.
- Tiempo desde buque all fast hasta inicio de la operación “free pratique” tarda hora y media más de lo común.
- Lo último además ocurre con el espacio entre la operación de carga y la orden de zarpe.
- Grúas pórticas mantienen baja productividad.
- Atrasos impactan logística de transporte.
