Marco Marín
Históricamente, ha sido uno de los sismos más fuertes sentidos en el país.
De hecho, el terremoto de Cóbano fue el primero, de gran magnitud, en ser registrado por una red sismográfica de cobertura nacional, un 25 de marzo de 1990.
Afortunadamente, el movimiento tectónico que registró una magnitud de 7,0 en la escala de Richter, no resultó en muertes o daños importantes de infraestructura.
Además, fue la antesala para otros tres temblores en la zona Puriscal, a lo largo del año.
Así lo recordó, este jueves, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), el cual agregó que el mismo lugar fue escenario de otros terremotos de magnitudes similares en 1882 y 1939, según el reporte del experto Mariano Protti.
El epicentro se ubicó justo a la entrada del Golfo de Nicoya y, según los reportes, minutos antes se detectó otro fuerte movimiento. El mismo se ubicó, exactamente, 19 kilómetros al sureste de Cóbano y a una profundidad de 24 kms.
“A las 7:16:05 de la mañana, 31 años atrás, la población de Costa Rica fue despertada por un sismo de magnitud 5.6.
“Lo que no sabíamos lo que lo sentimos era que se trataba de un premonitor de algo más grande; 6 minutos y 50 segundos después ocurrió justo en el mismo lugar, a la entrada al golfo de Nicoya, un terremoto de 7.0 de magnitud”, recordó la entidad.
Consecuencias
En total, se reportaron 32 casas dañadas, ocho destruidas y 79 edificios con daños en diferentes grados, según los registros históricos del Observatorio. Además, en el Muelle de Caldera se reportaron afectaciones y el rompeolas sufrió grietas.
En el aspecto geológico, “ocurrió licuefacción en algunas zonas costeras”. Este es el fenómeno que ocurre cuando los suelos están sujetos a una fuerza externa que los hace pasar de un estado sólido a un estado líquido. Además, en las comunidades de Puntarenas y Tivives se reportaron grietas de tamaño considerable.
“El terremoto ocurrió por subducción de la placa del Coco bajo la placa del Caribe y tuvo su origen en la ruptura de un monte submarino que se está subduciendo justo a la entrada del golfo de Nicoya, explicó el Ovsicori.
Este movimiento activó enjambres sísmicos en Santa Bárbara, Zurquí, Candelaria y en Puriscal. En este último lugar la actividad se mantuvo por más de un año y generó a su vez tres terremotos importantes durante 1990.
Sin embargo, por otro lado, disminuyó una fuerte actividad sísmica que se venía presentando en la zona del Cerro de la Muerte, desde 1983.
Los más fuertes
Según el registro histórico de Ovsicori, los siguientes son algunos de los terremotos más fuertes, registrados en Costa Rica:
- Limón (22 de abril de 1991): 7,7 de magnitud momentánea (Mw)
- Sámara (5 de setiembre de 2012): 7,6 Mw
- Golfito o de Sábado Santo (2 de abril de 1983): 7,4 Mw
- Orotina (4 de marzo de 1924): 7,0 de magnitud en superficie (Ms)
- Sismo de Tilarán (14 de abril de 1973): 6,5 Ms
Marco Marín
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