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Natalia C. Alfaro para El Observador
No todos somos expertos culinarios pero a todos nos gusta comer… ¿cierto? Desde un buen gallo pinto por la mañana o un casado en el almuerzo.
Y ni qué decir de una “carnita asada” los fines de semana con amigos o salir a un restaurante exclusivo.
Es más, mientras escribo esto me está dando hambre. Y quiero aprovechar ese sentimiento tan natural del cuerpo para poder hacer un poco más tangible un tema que es abstracto y subjetivo como lo son las ideas innovadoras.
¿Qué es una idea innovadora?
Pensemos en sustituir el aceite por aire y que los alimentos queden igual de crujientes (correcto se lo imagina bien, una freidora de aire).
Suena disruptivo, creativo, novedoso e incluso hasta genera cierto escepticismo. Podría decirse que tiene toda la buena pinta para ser una idea innovadora.
Sin embargo, lo que realmente hace que sustituir el aceite por el aire sea innovador es el conjunto de beneficios que ustedes y yo como consumidores percibimos en consecuencia de ese reemplazo de aceite por aire.
Desde que ahorramos en electricidad, tardamos menos tiempo limpiando el desastre de la cocina, cuidamos nuestra salud al no consumir compuestos peligrosos, podemos utilizarlo en infinidad de alimentos etc.
¿Pero realmente serán las razones por las cuales la freidora de aire puede considerarse una idea innovadora?
Pues nos falta una capa que no siempre somos capaces de identificar qué es el beneficio detrás del beneficio.
Anteriormente mencionamos como uno de sus beneficios que se invierte menos tiempo limpiando desastres.
Pero si le damos doble clic a ese pensamiento realmente nuestra motivación más profunda más allá del tiempo, es la libertad de ocuparnos en otras tareas mientras se están preparando nuestros platillos.
Entonces, cuando el cerebro procesa dichos beneficios es cuando se activa un potencial detonador de compra y ¡Bumm! Una idea innovadora es aquella que pasa de su cabeza al papel y del papel al mercado.
En resumen, los 3 ingredientes para cocinar ideas innovadoras son:
- Tener un desafío atractivo que podamos validar y probar rápido y barato.
- Conocer y aprender sobre las percepciones de los potenciales consumidores sobre los beneficios tangibles de mi idea.
- Implementar una estrategia para maximizar y comunicar los beneficios intangibles de mi idea para que pueda tener una mejor adopción de mercado.
Recuerde, usted no necesita ideas brillantes, sólo ideas bien ejecutadas. Envíeme un correo a [email protected] y cuénteme su idea, yo le ayudo a cocinarla.
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