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3 métodos para dividir las finanzas en la pareja

Luis Carlos Fournier para El Observador Las relaciones en general y las de pareja en especial suelen ser complejas de…

Por Desde la Columna

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3 métodos para dividir las finanzas en la pareja
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Luis Carlos Fournier para El Observador

Las relaciones en general y las de pareja en especial suelen ser complejas de llevar, dos personas con distintas formas de hacer las cosas, proviniendo de diferentes familias, estilos de vida y antecedentes, deciden unirse y convivir, formar una familia y caminar juntos.

En este entorno, el aspecto financiero suele ser un elemento que al momento de atravesar momentos difíciles puede ser un factor que influya negativamente en la continuidad de esa pareja.

Muchas personas se afectan negativamente cuando atraviesan momentos de inseguridad financiera, se estresan, se desconcentran de su trabajo, y en general, no la pasan bien y en ocasiones sus allegados tampoco. Cuando esto sucede en pareja es aun más compleja la situación.

Situaciones reales y base de consenso

Hace unos días me comentaba un amigo que consideraba que una relación en la que estuvo no había evolucionado positivamente porque su pareja tenía tal nivel de desorden con el flujo de caja que él terminaba “prestándole” para que le cuadraran los números.

Otra amiga me decía que a raíz de una situación, en la que el ingreso del hogar disminuyó a la mitad, a la hora de afrontar los pagos mensuales se producían enfrentamientos.

No voy a entrar a evaluar los niveles de compromiso de cada una de las personas involucradas en estos casos, y no es relevante; lo que sí es relevante es el factor común: en ambas situaciones estas personas me decía que consideraban que si hubieran acordado de forma explícita desde el comienzo de la relación la manera en que enfrentarían los gastos comunes, al llegar los momentos en los que hubo estrés financieros, hubieran podido trabajar desde una base previa de consenso y construir desde ahí la forma de enfrentar el problema.

Los 3 métodos

Así que aquí les presento 3 métodos de dividir los gastos en pareja.

Primero es preciso determinar qué constituye un gasto común o de la pareja. Es normal considerar dentro de éstos los gastos en servicios públicos como electricidad, agua e Internet, así como, en la limpieza de la casa si es que se contrata este servicio, los gastos del veterinario y los gastos relacionados con el mantenimiento de la casa como fontanero, electricista, limpieza de tanque séptico y el cuido del jardín. También algunas suscripciones como Netflix o las películas de Google Play.

También se incluyen los gastos de comida y de otros artículos de uso en el hogar. Estos, combinados, constituyen la proporción mayor del gasto total del hogar.

Por otro lado, el monto del alquiler, la cuota condominal o del residencial y la cuota del crédito de la casa también pueden entrar en esta categoría -a menos que se haya hecho algún tipo de acuerdo previo-. Por ejemplo: tengo unos amigos que viven en una propiedad que es compartida con otros miembros de la familia y en esta los gastos relacionados con el cuido de los jardines los aporta una familia específica, y los gastos de seguridad otra.

Finalmente, como gastos no distribuibles o individuales podemos tener la cuota del crédito prendario del carro, los gastos de marchamos y póliza del carro, el mantenimiento y el combustible, hobbies, educación, algunos gastos de actividades particulares como salidas con amigos, regalos y otros.

Nos enfocaremos en cómo distribuir los gastos considerados como comunes o de la pareja.

1. “A la holandesa” o “going dutch”

El primer método es “a la holandesa” o “going dutch” y consiste en partir el total del gasto común a la mitad.

Bajo esta técnica se suman todos los gastos comunes y se divide el resultado entre dos y a cada uno de los miembros de la pareja le toca contribuir con los fondos para cubrir el 50% del gasto. Cómo son cubiertos estos costos también es algo que debe definirse; algunas parejas abren una cuenta común y cada día de pago transfieren a esa cuenta el monto acordado y desde esa cuenta realizan los pagos. Otros definen quién de los dos va a realizar los pagos y la pareja le da su parte de los gastos.

2. El gasto de acuerdo con el nivel de ingreso

El segundo método consiste en asignar el gasto de acuerdo con el nivel de ingreso de cada persona. Si sumados los dos ingresos se determina que usted recibe el 60% del total entonces a usted le correspondería pagar el 60% del total de gastos comunes.

3. Un pagador

El tercer método es el de un pagador y consiste en eso: que uno de los dos miembros de la pareja asuma el total o más del 90% de los gastos comunes.

Los principios en la pareja

A continuación les dejo los principios que no deben dejar de lado a la hora de conversar sobre estos asuntos. Si creemos que ha llegado el momento de llevar la relación a otro nivel decidimos vivir juntos la transparencia es muy importante.

  • Sean honestos sobre sus posiciones financieras, que deben y cómo manejan sus números y confíen en sus parejas. Ninguno de los dos desea estar en una situación complicada que no vio venir.
  • Debe existir un presupuesto de la pareja y cada integrante debe tener su propio presupuesto, establezcan planes de ahorro comunes par atender gastos comunes, pintura anual, mantenimiento de techos y otros.
  • Si se enfrentan a una situación de emergencia y su pareja desea ayudar prestándole dinero háganlo bajo condiciones claras, si es necesario pónganlas por escrito. No es por desconfianza es por orden y responsabilidad propia.

Conversar con la pareja sobre cualquier asunto complejo debe ser sencillo si se hace dentro de un marco de respeto mutuo, y los asuntos financieros son de esos temas complejos y que con respeto y empatía se pueden atender en pareja.

Luis Carlos Fournier es Administrador de Empresas.
[email protected]