Tomás Gómez
Las publicitadas llegadas de periodistas, escritores, dirigentes sociales y aspirantes presidenciales a territorio costarricense son apenas una muestra de la diversidad de ciudadanos nicaragüenses que ingresan a Costa Rica huyendo de la represión en su país.
Solo al cierre de setiembre, sumaban 30.688 las solicitudes de refugio, de acuerdo con datos de la Dirección General de Migración y Extranjería.
La situación se ha agravado con el paso de los meses y solo en junio los casos se habían triplicado, pasando de 1.300 peticiones mensuales a 4.378.
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De ahí comenzaron a llegar nicaragüenses a un ritmo más alarmante.
En julio fueron 5.379 los pedidos de auxilio. Para agosto se elevó a 6.703 y el mes pasado cerró con 7.195.
Las peticiones de los nicaragüenses representan el 88% del total de las recibidas por el país.
A ellos hay que sumar además a quienes piden asilo, lo cual se tramita ante la Cancillería.
Vecindario complicado
El clima político de Nicaragua, tenso desde las protestas desde el 2018, se enturbió aún más con la cercanía de elecciones.
La cita está prevista para noviembre. El presidente Daniel Ortega busca un cuarto mandato y para ello ya se ratificó su candidatura junto a su esposa, Rosario Murillo.
Para allanarle el camino, el régimen sandinista preparó varias leyes para perseguir a la oposición y reducir sus opciones electorales.
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En los últimos tres meses se han dado varias olas de detenciones. Estas abarcan políticos, dirigentes estudiantiles, activistas y empresarios opositores.
De manera genérica, la Fiscalía sandinista ha denunciado a decenas de personas de "traición a la patria", con lo cual generan procesos judiciales y retenciones irregulares.
El escritor Sergio Ramírez, quien fuera vicepresidente del primer Gobierno de Ortega en la década de 1980, es una de la víctimas más recientes de la estrategia de represión. A Ramírez lo busca la policía sandinista tras publicar un libro sobre el estallido social en su país. Costa Rica busca darle la ciudadanía honorífica (AFP)
Elecciones sin la oposición
El cronograma electoral nicaragüense fija como fecha para las elecciones el 7 de noviembre próximo.
Tras la oleada de detenciones y persecución a los opositores, siete partidos, poco críticos con el sandinismo, estarían formando parte de la papeleta.
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En la votación se elegirá también 90 diputados de la Asamblea Nacional y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.
La apuesta de la oposición es que la comunidad internacional no reconozca el resultado electoral. Ello se sumaría a las sanciones económicas que países como Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea han dictado contra colaboradores del régimen sandinista.
Los hijos de la pareja presidencial y otros colaboradores del sandinismo forman parte de los castigados por los países extranjeros. (AFP)
