Katherine Ulate A.
El desarrollo de la comunicación y el acceso a internet ha incrementado el número de denuncias que recibe el Organismo de Investigación Judicial (OIJ). En lo que va del año la entidad ha recibido 38 acusaciones por seducción y encuentros con menores de edad solo en la provincia de San José.
Óscar Zamora Rodríguez, investigador de la sección de Delitos Contra la Integridad Física, Trata y Tráfico de Personas, indicó que esto “nos ha generado un aumento en los delitos”. El delito comenzó a conocerse a partir del 2013 y en el 2016 comenzaron a incrementar las denuncias.
Zamora indicó que anualmente, el OIJ recibe en promedio de 80 a 100 acusaciones en San José, caso similar ocurre en Heredia y Alajuela.
Se hacen pasar por menores en textos, audios y fotos
En muchos casos, los delincuentes se hacen pasar por menores para poder acercarse y buscar encuentros sexuales con los niños.
De acuerdo al OIJ, el delito será reprimido con una pena de 1 a 3 años a quien establezca una comunicación de índole sexual o erótico con una persona menor de edad.
“La comunicación puede incluir imágenes, fotografías, textos o audios. El delito se enfoca a los menores de 15 años (…) la misma pena se impondrá a la persona que utilice una identidad falsa o suplantando la identidad de un tercero para comunicarse con un menor de edad”, comentó Zamora.
La pena se agrava en cuanto el agresor que se comunica con el menor busca un encuentro físico, la pena se establece de 2 a 4 años.A
El funcionario fue enfático al asegurar que el agresor busca ganarse la confianza de los menores y así, una vez establecido este lazo, iniciar con el “chantaje”.
Estudian perfiles y posts de víctimas
Una de las fases es el acercamiento, “en ésta el agresor hace un estudio previo de la víctima y por medio de los perfiles busca la información pública como deportes, música, actividades”, agregó Zamora.
Luego de esto continúa con la etapa de la relación en la que se da la comunicación con el menor y crea confianza. Por último, inicia con las conversaciones de índole sexual.
“Empiezan con la solicitud de las fotografías, video y conversaciones por medio de audios donde los menores le conversan cosas sexuales”, acotó el funcionario.
Una vez que el menor se niega a continuar con el envío de fotografías, el agresor amenaza a la víctima con hacer públicas las imágenes. Es así como inicia la divulgación de pornografía infantil.
Denuncie
Zamora resaltó la importancia de educar a los menores en este tema y explicarles en qué consiste el delito, así como las penas establecidas y qué hacer en caso de ser víctimas de estas situaciones.
“No compartir fotografías con personas desconocidas. Tener cuidado con el envío”, agregó Zamora al indicar que una vez que las imágenes sales de la computadora o del celular “pueden ser públicas”.
El OIJ también recomienda no dar las claves de las distintas redes sociales a otras personas.
En caso de ser víctima de esta situación, lo ideal es bloquear a la persona y no borrar las conversaciones establecidas.
“Es importante mantener las imágenes que se compartieron como prueba del delito, preservar los nombres que la persona utilizó”, aseveró el funcionario al hablar de la importancia de portar pruebas contra la persona denunciada.
Katherine Ulate A.
Mi curiosidad nació en la música, se desarrolló entre palabras y se alimenta de los acontecimientos. Siempre hay algo que decir, algo que escuchar, algo que informar, pero, sobre todo, algo que cuestionar.
