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4 mitos sobre los modales en la mesa

Andrea Acosta para El Observador Las buenas prácticas en la mesa tienen su base en dos pilares. El primero de…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 3 minutos
4 mitos sobre los modales en la mesa
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Andrea Acosta para El Observador

Las buenas prácticas en la mesa tienen su base en dos pilares.

El primero de ellos, como todo lo que es etiqueta, es hacer sentir cómodos al resto de los comensales que están alrededor de uno. El propósito de los buenos modales se cumple cuando, al seguir ciertas normas, se elimina cualquier ansiedad o inseguridad que alguien puede sentir al encontrarse en una situación más formal en una mesa, de lo que está acostumbrado. Por ende, le permite disfrutar del momento.

El otro pilar es facilitar el servicio de quienes están atendiendo a los comensales, por medio de lo que yo llamo “señales silenciosas”.

Éstas se refieren a la forma en cómo colocar la servilleta, los cubiertos, entre otros, que le van a indicar a los meseros si ya se terminó de comer, si uno se va a levantar de la mesa, si se va a pedir la cuenta, etcétera. Todo esto se logra, siguiendo normas universales de etiqueta en la mesa.

Como se trata de un tema muy amplio, aquí nos centraremos en 4 mitos que se refieren a situaciones comunes donde las personas tienen, usualmente, un concepto erróneo sobre cómo proceder.

MITO #1:

La servilleta va en la mesa, nunca en la silla.

La servilleta de tela se coloca en el regazo, siempre. La misma se dobla a la mitad, y el pliegue se coloca pegando al cuerpo.

Cuando debo usarla para limpiar la boca, lo hago con la parte de adentro del pliegue que fue doblado.

Cuando me voy a levantar, pero voy a regresar a la mesa -por ejemplo para ir al baño- coloco la servilleta en la silla. Un mesero sabe que eso significa que el comensal regresará.

Si se siguen todas las indicaciones, la parte que toca la boca nunca toca la silla, por lo que la higiene no es una preocupación aquí. Únicamente coloco la servilleta en la mesa cuando ya me voy a retirar definitivamente.

MITO #2:

Cuando no me gustó la comida coloco los cubiertos en X sobre el plato.

Me haya gustado o no la comida, los cubiertos, bajo el estilo americano, siempre se colocan uno a la par de otro; con el filo del cuchillo viendo hacia adentro (una cortesía para quien va a retirar el plato). Imagine que el plato es la carátula de un reloj y los cubiertos las manecillas. Los mismos se colocan en una posición como si fueran las 10:20 en el reloj.

MITO #3:

Puedo usar cualquier copa y cualquier plato de pan.

Mi plato de pan siempre estará en la esquina superior izquierda del plato, y mi vaso, o copa, estará en la esquina superior derecha del mismo. Esto es importante saberlo para no tomar el plato o copa de mi vecino por error.

MITO #4:

Es mala educación comenzar a comer antes de que todo el mundo haya sido servido.

Sí, es una cortesía esperar a que todo el mundo haya sido servido en un restaurante para comenzar a comer y una excelente práctica, especialmente si se trata de un grupo pequeño.

Pero cuando estamos con un grupo grande de personas, la etiqueta dicta que podemos esperar a que,por lo menos,haya sido servido la mitad del grupo antes de comenzar a comer.

Estos son algunas de las preguntas más frecuentes en el tema de etiqueta en la mesa, y a su vez, tienen unas de las respuestas más sencillas. Como todo, requiere práctica, pero también confianza en uno mismo.

El practicar cortesía día a día, proyecta una imagen más confiada y segura de uno mismo, y a la hora de estar en una mesa, contribuye a crear un ambiente más relajado y así se logra disfrutar más de la buena comida y compañía.

Andrea Acosta Feoli es consultora en etiqueta y protocolo graduada de Protocol School of Washington
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