Avenida O

5 formas de fortalecer la relación de pareja después de los hijos

por Margarita Murillo
Observador CR

Margarita Murillo para El Obsevador

En un artículo de la revista Selecciones del mes de enero del 2003, encontré algo muy preciado para todos los que siguen creyendo profundamente que las buenas relaciones existen;aún a pesar de haber tenido malas experiencias de pareja, y que desean creer que pueden existir los tiempos buenos.

Ellos lo dicen de una manera muy bonita, con una pregunta: “¿Quiere saber el secreto de las parejas muy unidas?“.  No es una conversación chispeante ni una vida sexual fantástica, aunque pueden tener esto en común.  Su secreto es que han encontrado la manera de ser amables el uno con el otro

Y quiero resaltar, que precisamente eso de ser amables, es la chispa que enciende el deseo. El tomarse tiempo y recordarse lo mucho que se ama, es más que afrodisíaco, así que presten atención.

Así de simple, amables. Estas son las líneas de respeto de las que hay que hablar cuando se piensa vivir un proyecto de vida con alguien. Por amabilidad entendemos: buscarse, implica actos pequeños de delicadeza que van a inspirar mas actos de buena voluntad.

Aún así comparto cinco aspectos a considerar después del primero, segundo, cuarto o sexto hijo:

1. No dejar las caricias solo para la cama

Tocarse fuera de la recámara, es decir, no dejar las caricias solo para la cama, sino el provocar la “producción de oxitocina que crea una sensación de serenidad”. 

Ese abrazo nos puede ayudar a enfrentar los retos diarios, ya sea en el trabajo o con los hijos. Imagine que decidimos volver a estudiar y se nos cae la cara del sueño, ese abrazo de la mañana es gasolina para continuar; o el guiño del ojo en una fiesta aburrida, nos hace vibrar y entrar en armonía.

Y es que pueden pasar horas y días sin que podamos tocarnos o darnos un abrazo que nos haga sentir que estamos sintonizados y trotando en el mismo sentido.

2. Recuerde los rituales

Esos rituales pueden ser diversos. Desde acomodar los paños o toallas o ponerle la pasta al cepillo de dientes porque él o ella sale después que usted; acomodar los zapatos o prepararle las cosas que necesita para su trabajo como una forma de apoyo y presencia; algo que nos podemos realizar mutuamente.

3. Aprenda del kinder

Esto implica pedir las cosas con por favor, aún cuando quisiéramos decirle, “eso te toca a vos, hay que hacerlo”. Un “por favor” nunca sobra.

¿Y que hay de un “muchas gracias”? Por lo general, se nos atiende y apoya y las gracias brillan por su ausencia, dar las gracias es un pacto de amor y respeto, no una esclavitud, tiranía, u obligación.

Por pequeñas que parezcan las palabras es una forma de demostrar el respeto y aprecio por la pareja. En realidad deberíamos de deshacernos de la descortesía, eso no nos lleva a ningún lado. 

4. Elogie a manos llenas

Esto significa que se debe expresar, ante todo, las cosas positivas de la pareja. Piropos básicos pues eso le alegra el día a cualquiera, recordarnos inteligentes, que “nos vemos bien”, etcétera.

5. No olvide los detalles amables sorpresivos

Mencionar esto es hablar de esos detalles espontáneos que nos permiten sentirnos como personas importantes para la vida de nuestras parejas. 

Algunos ejemplos interesantes suceden cuando, a pesar de una situación angustiante, podemos tomar una cena en nuestra casa a la luz de las velas para darnos ánimo para esa nueva etapa o situación que se avecina.

Esperamos que puedan mejorar cada día sus vidas y puedan construir mejores vínculos de pareja.

Margarita Murillo es psicóloga y máster en sexualidad clínica. Autora del libro “Cómo enseñar sexualidad”.
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