Tomás Gómez
El fin de semana el régimen sandinista de Nicaragua consumó las polémicas elecciones que darán a Daniel Ortega un cuarto mandato consecutivo, a lo que Costa Rica respondió desconociendo las elecciones.
Expertos en diplomacia consultados por El Observador coinciden en reconocer el gesto por el país pero advierten una serie de desafíos que se vendrán en diversas áreas.
Política, economía, migración y seguridad son algunos de los aspectos en los que habrá que afinar las estrategias para evitar complicaciones según avancen los días.
Estos son algunos de los aspectos a considerar.
1) Hacerse escuchar ante el mundo
A su favor para enfrentar posibles choques con el régimen sandinista, Costa Rica tiene una trayectoria democrática y una política sólida de derechos humanos que debería ser clave para encontrar apoyo internacional.
“Debemos de ahora en adelante con nuestros amigos de las democracias del hemisferio trabajar para terminar de una vez por todas con el proceso de aplicación de la Carta Democrática a Nicaragua. El régimen de Ortega y de Murillo se ha alejado totalmente del camino de la democracia”, explica Javier Sancho, uno de los últimos embajadores que tuvo Costa Rica en Managua.
Él explica que se deben impulsar acciones que limiten el accionar nicaragüense en todos los frentes: diplomático, político, económico y financiero.
OBSERVE MÁS: Dirigente político tico figura entre “acompañantes” con que Ortega evitó supervisión internacional en elecciones
Para este martes se espera la firma de la Ley Renacer, con que Estados Unidos impondría fuertes sanciones a Nicaragua que incluyen revisar el TLC. Además, el miércoles arrancará la revisión del caso en la OEA. (AFP)
2) Decidir qué hacer con Ortega
Mientras se buscan aliados internacionales, Costa Rica tiene también que tomar decisiones en el ámbito bilateral.
El exvicecanciller Rodrigo Carreras explica en ese punto que habrá que determinar el tipo de relaciones a seguir, ya sea mantenerlas a nivel consular o reducirlas aún más.
OBSERVE MÁS: EE.UU. amenaza a Nicaragua con nuevas sanciones tras elecciones “no democráticas”
Sancho destacó ahí que de momento la representación que se tiene permite atender los intereses económicos y a la población tica radicada al otro lado de la frontera, pero que cualquier gesto adicional empoderaría al régimen.
“Mandar un embajador en este momento a Nicaragua es legitimar una dictadura”, aseveró.
A inicios de año se designó a Xinia Vargas como embajadora ante Nicaragua pero su envío no se concretó por diferendos entre los países (Cortesía Ministerio de Relaciones Exteriores)
3) Más migrantes vendrán
Uno de los puntos recurrentes en la relación con Nicaragua es la alta migración, que se ha intensificado a medida que el panorama político se complica.
En octubre, por ejemplo, se rompió el récord de peticiones de refugio y la tendencia será al alza.
Por un lado, la represión podría intensificarse y por otro, las medidas de presión podrían forzar un éxodo mayor.
Ya desde la semana pasada la expresidenta Laura Chinchilla había expuesto como la economía costarricense estaba teniendo complicaciones para absorber a los llegados. Ello conlleva movimientos también hacia la parte norte del continente, con repercusiones a la crisis migratoria regional.
4) Plan B a un bloqueo económico
Sobre las relaciones entre ambos países sobrevuela siempre una interdependencia clave para los aparatos productivos y el comercio.
La posibilidad de que Nicaragua bloquee el paso de exportaciones o las complique está latente.
OBSERVE MÁS: Elecciones en Nicaragua: Daniel Ortega se impone con casi 75% de los votos
En esa línea los expertos llaman a tener planes alternativos, a la vez que recuerdan que se ha perdido tiempo clave en soluciones ya planteadas.
El diplomático Sancho puso especial énfasis en el plan tantas veces interrumpido de establecer un ferry de carga entre Caldera -Puntarenas- y La Libertad -El Salvador-, que evitaría incluir a Nicaragua en la logística comercial.
A mediados del 2020 Nicaragua cerró sus fronteras por conflictos con las restricciones de la pandemia, generando filas kilométricas y pérdidas millonarias (Alonso Solano/El Observador)
5) Un ojo a la seguridad
Finalmente, otra alerta se enciente en materia de seguridad, donde hay un desbalance de fuerzas.
"Tengo entendido que esta semana en la zona fronteriza hubo muchos ejercicios militares, mucha presencia militar en el lado de Nicaragua. Esas son cosas que bien que mal nos afectan", declaró Carreras.
Sobre dicho aspecto, nuevamente se vuelve clave el buscar apoyo internacional que respalde al país.
¿Quién apoya a Ortega?
El clima político de Nicaragua, tenso desde las protestas desde el 2018, se enturbió aún más con la cercanía de elecciones.
Para allanarle el camino a la reelección sandinista, el régimen preparó varias leyes para perseguir a la oposición y reducir sus opciones electorales.
OBSERVE MÁS: Ortega dice que opositores presos en Nicaragua son “agentes” de EE.UU.
En los últimos meses y aún el sábado, en la víspera de las votaciones, se dieron varias olas de detenciones. Estas abarcan políticos, dirigentes estudiantiles, activistas y empresarios opositores.
De manera genérica, la Fiscalía sandinista ha denunciado a decenas de personas de “traición a la patria”, con lo cual generan procesos judiciales y retenciones irregulares.
El mecanismo dejó a la oposición de Nicaragua electoralmente inactivada. Sin embargo, un total de 6 partidos afines al sandinismo -conocidos como agrupaciones “zancudo”- aparecieron en la papeleta presidencial junto al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Con ello se intentó legitimar un proceso donde también se elegirán 90 diputados de la Asamblea Nacional y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.
Durante la madrugada de este lunes el Consejo Superior Electoral emitió un parte donde Ortega aparecía con el 75% de los votos a favor. Además se anunció una participación cercana al 70%, que contrasta con los cálculos de entes como el Observatorio Ciudadano Urnas Abiertas, que insisten en que la convocatoria no superó la quinta parte.
Costa Rica cortó a Ortega
La apuesta de la oposición es que la comunidad internacional no reconociera el resultado electoral. Ello se sumaría a las sanciones económicas que países como Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea han dictado contra colaboradores del régimen sandinista.
Costa Rica había realizado cuestionamientos al proceso electoral, sin certeza de como contestaría el Gobierno de Carlos Alvarado.
OBSERVE MÁS: Activista Bianca Jagger: Sandinismo está a las puertas de un régimen igual o peor que el de Somoza
El domingo por la noche, sin embargo, Costa Rica se convirtió en el primer país que desconocía al nuevo gobierno sandinista.
"Ante la ausencia de condiciones y garantías requeridas en democracia para acreditar las elecciones como transparentes, creíbles, independientes, libres, justas e inclusivas, Costa Rica no reconoce el proceso electoral en Nicaragua realizado el día 7 de noviembre del 2021", señaló la Cancillería en un comunicado.
A ello las autoridades sumaron un llamado a liberar presos políticos y cesar el ataque a medios de comunicación, de modo que se garantice el pluralismo democrático y la libertad de prensa.
En diversas ciudades del mundo, incluyendo San José, la diáspora nicaragüense protestó en contra de las elecciones cuestionadas (VOA)
