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500 privados de libertad consiguen trabajo gracias a 16 iniciativas públicas y privadas

Cárceles como la Vilma Curling, La Reforma y la Ofelia Vincenzi -enfocada en adultos jóvenes- se han convertido en un…

Por Tomás Gómez

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500 privados de libertad consiguen trabajo gracias a 16 iniciativas públicas y privadas
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Cárceles como la Vilma Curling, La Reforma y la Ofelia Vincenzi -enfocada en adultos jóvenes- se han convertido en un espacio de encierro pero también de trabajo para sus encierros.

Jardinería, textiles, empaque de bolsas, confección de bisutería fina, elaboración de artículos de oficina y reciclaje forman parte de las actividades que se desarrollan mediante 16 alianzas entre el sector público y la empresa privada.

A la fecha hay casi medio millar de participantes en programas impulsados por empresas como Polymer, Fifco, AMPO, Costa Rica Fashion Week y Servicios Ecológicos.

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Además, entes públicos como el Registro Nacional y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) están fungiendo como empleadores.

“El trabajo es la herramienta por excelencia para que una persona se reconozca a sí misma como un integrante digno y productivo en la sociedad, que la hace sentirse capaz de lograr metas y eso es justamente lo que se busca con la población privada de libertad: que se sienta en capacidad de trascender sus errores e ir por más cosas buenas para su vida”, comentó la ministra Fiorella Salazar.

La institución explicó además otras 2.531 personas tanto en cárceles como en centros semiinstitucionales atienden labores de mantienimiento o agricultura por lo cual reciben un incentivo económico.

El centro para mujeres Vilma Curling cuenta con un taller textil que da empleo a varias de las internas (MJP)

También hay emprendedores

La generación de empleos en las cárceles también está llegando por iniciativa propia de los reos.

Diferentes capacitaciones del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) han permitido el desarrollo de una pequeña industria de artesanías que ya se comercializan.

El grupo logró incluso tener su propia marca registrada llamada “Segundo Chance”.