Leonora Jiménez le mostró a sus cerca de 300.000 seguidores en Instagram los efectos que el estrés, el corre-corre, le ha causado en su cara.
La empresaria y modelo compartió este sábado en la noche una imagen en la que aparecen “ocho ‘fuegos'” en su boca, según ella misma contó.
La foto la acompañó con el siguiente texto:
“No, no es nada fácil emprender, soñar… no es nada fácil. A veces se glamoriza el ser emprendedor. A mí me gusta dejar claro lo difícil que es emprender, sobre todo si se hace de manera honesta. Es duro, muy duro.
“Algún día les contaré la historia real detrás de estos tres años y todo lo que ha pasado. Ya casi estoy preparada.
“El siguiente paso es hacer un gran cierre para el proyecto que cree en la pandemia: el GFAA (Gran Fondo Andrey Amador, en menos de un mes), que tuvo un propósito que creo que ya se cumplió.
“Creo que uno siempre debe venir a aportar al lugar en el cual esté y dejar ese lugar mejor de cómo lo encontró. Yo amo el ciclismo y a los ciclistas, amo el deporte y le dediqué tres años de mi vida a crear algo que realmente trajera valor a mucha gente.
“Han sido tres años de estrés constante, de lucha constante, algunas de esas luchas se llevan por dentro, otras deciden manifestarse y dejarse ver como en esta foto”.
Leonora -quien recientemente contrajo nupcias con Mariano Herrera- enfatizó en su posteo en que espera que su historia de vida sirva a más gente a “eliminar los miedos que no les permiten avanzar”.
Cerró diciendo que después de no publicar nada durante un tiempo, ahora reaparece “llena de ‘fuegos'”. Eso sí, ahora se dice ser una mujer “ubicada, serena, segura y sobre todo lista para el siguiente paso”.
La boda
Leonora se casó en diciembre en una boda a la que asistió un pequeño grupo de allegados en una finca ubicada al oeste de San José.
En esta ocasión, ella contó en qué constó la comida que se le sirvió a los invitados. Pero, además, reveló que no lució tacones altos y que tampoco hubo queque de bodas.
“Decidí maquillarme yo misma. Y el equipo Allure me peinó y me ayudó a retocarme. La comida fue: pollo frito, tacos, vigorón y crepas. Cero mesas servidas; era estilo feria y fue muy divertido y delicioso.
“Decidimos escribir nuestros propios votos. El novio se vistió de diseño nacional y la novia decidió alquilar su vestido”, expresó la esbelta exreina de belleza.
Agregó: “Cantaron en vivo nuestra canción, la que Mariano organizó para que tocaran en el restaurante cuando nos hicimos novios. Se llama “La mitad de lo que soy”, y la cantó nuestro amigo Agustín Morales. No tuvimos queque de bodas y me casé en sandalias, cero tacones”.
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La boda de ensueño
La boda se realizó al lado de un cañón. Solo estuvieron invitadas 70 personas, entre familiares y los amigos más cercanos.
La luna de miel será en marzo en Tailandia, Vietnam y Camboya. Y los invitados les regalaron experiencias para la luna de miel: un paseo en bicicleta, un tour de elefantes y un picnic en una isla.
La ceremonia se realizó como ella y Mariano lo tuvieron en mente: sobria y rodeados del amor de la gente más cercana, aunque con un invitado inesperado: la lluvia.
Y después de la lluvia
Pero aún así esto no empañó la emoción que ambos sentían y vivieron esa tarde.
“Llovió… y era lo que más temía. Llovió justo cuando terminó la ceremonia y estábamos apenas saludando a la gente y empezando las fotos.
“No estábamos preparados para la lluvia por que toda la ceremonia y la recepción eran completamente al aire libre, no teníamos un plan B.
“Pero así como en la vida y como en los inicios de nuestra relación… las cosas inesperadas pasan y a veces esas cosas pueden ser las mas temidas.
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“Pero, en todo, absolutamente en todo, podemos decidir bailar bajo la lluvia, con el pelo mojado, ensuciándonos el vestido y con el maquillaje corrido, no importa.
“Y saben qué: después de esa lluvia… vino el atardecer más hermoso”
Leonora Jiménez y Mariano Herrera se conocieron poco antes de la pandemia (Cortesía)