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A un año de la pandemia en el país sector de eventos pide apertura controlada ante grave crisis

El 4 de marzo del 2020 se registró en Costa Rica el último concierto abierto al público. El artista español…

Por Sergio Arce

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A un año de la pandemia en el país sector de eventos pide apertura controlada ante grave crisis
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El 4 de marzo del 2020 se registró en Costa Rica el último concierto abierto al público. El artista español Beret se presentó en el Auditorio Nacional del Museo de los Niños, en San José.

Dos días después se reportó el primer caso de covid en suelo nacional. Y tres días más tarde se suspendió por tiempo indefinido la realización de espectáculos masivos, como los conciertos.

En fila estaban las prestaciones, entre otros, de artistas como Alejandro Sanz, Mónica Naranjo, KISS y Guns N’ Roses. Este último pospuso su llegada a suelo nacional en dos ocasiones a la luz del covid.

Beret Museo de los Niños

El concierto de Beret fue el último que se realizó en el país días antes de la orden de no realizar más eventos masivos por la pandemia. Cortesía Mónica Coll

Un sector golpeado

Desde ese 4 de marzo y hasta ahora el sector de eventos y entretenimiento ha sufrido el golpe de la crisis.

Datos aportados por Maykel Castro, miembro de la junta directiva de la Camara de Empresas de la Industria de Entretenimiento, Eventos y Afines, estimó en más de 13.000 personas (entre puestos directos e indirectos) las que han perdido sus trabajos o visto sus jornadas reducidas al mínimo.

Esto en vista de que aún no hay fecha para que se reactiven los conciertos y eventos masivos, decenas de integrantes de la industria protestaron esta semana en San José.

Hombres y mujeres del gremio pidieron al Ministerio de Salud la oportunidad de retomar sus actividades con aforo controlado.

Es decir, con el 50% de la capacidad de los recintos, no con el máximo establecido -por ejemplo- para convenciones, que es de 300 personas.

Voces de desesperación, angustia y resistencia

No hay miembros de este gremio (artistas, productores, promotores y proveedores de diferente índole) que no eleven su preocupación, porque el sector sigue paralizado en su gran mayoría.

Salvo contados casos de presentaciones musicales virtuales, en el país no se han organizado conciertos presenciales en estadios o recintos más pequeños como el Auditorio Nacional o Parque Viva. Solo iniciativas virtuales.

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El Observador conversó con representantes de esta industria. Algunos relataron su experiencia de angustia porque tuvieron que suspender contratos de sus colaboradores.

Otros dicen sentirse “acosados” por entidades financieras, que los llaman hasta “seis veces al día” para ponerse al día. Y hay quienes se han dedicado a la venta de desinfectantes o hasta comida.

Mónica Coll es promotora, productora y relacionista pública en la industria. La pandemia no solo le suspendió numerosos contratos.

Ella tenía varios trabajos listos (comunicados y gestiones de prensa) y se quedó sin recibir el pago, en vista de que sus clientes tampoco recibieron el dinero por la producción de un concierto.

Un año después y con una cirugía delicada en media pandemia, Coll reconoce el duro transitar en estos 365 días de pandemia.

Maykel Castro es propietario de UpGrade. Esta es una empresa que alquila equipo audiovisual y solía estar presente en muchos de los eventos masivos en el país.

Sin embargo, la coyuntura sanitaria le trajo abajo el trabajo en un 95%. Esto lo obligó a prescindir de gran parte del personal altamente especializado que laboraba para él.

Sin bajar los brazos

Álvaro Brenes es propietario de Toldos Creativa. Esta firma nacional es otra de las integrantes de la industria del entretenimiento que se ha visto ampliamente golpeada por la pandemia.

Brenes relató la angustia y desesperación que dice sentir porque no puede darle trabajo a quienes colaboraban con él antes de la crisis.

También comentó que se siente abrumado por las obligaciones financieras que generan activos adquiridos en el pasado y que ahora “se están depreciando”. Y aunque ha incursionado en la venta de desinfectantes asegura que lo generado le cubre gastos mínimos.

José Cañas es cantante, productor y relacionista público. Reconoció que el inicio de la crisis le impactó varios trabajos, tanto en la parte de promoción de conciertos como en sus propias presentaciones.

Sin embargo, asegura que aprovechó este contexto para reinventarse con el lanzamiento de una serie de conciertos virtuales, pero además para componer y preparar un disco.