Aceptación Estratégica

Karley Fu para El Observador

Se nos acaba el año 2020 y con esto el inicio de un nuevo año, inspirada en estas celebraciones, les comparto esta nota para tomar en cuenta en su lista de objetivos para el año nuevo:

Practicar la aceptación estratégica

Nuestra primera reacción cuando las cosas no salen como queremos es retroceder e intentar poner las cosas en su curso. Intentamos arreglarlo. Esa es una reacción productiva si el cambio es posible, pero muchas veces un revés simplemente es lo que es. No hay nada que podamos hacer para cambiar el resultado o mejorar las cosas.

Entonces, nuestra siguiente reacción es caer en el ciclo de pensamiento catastrófico, creyendo que el revés o la decepción es mucho peor de lo que realmente es.

Al practicar la aceptación estratégica, tanto sobre la situación negativa como sobre su reacción a ella, puede encontrar la paz para seguir adelante a pesar del evento inesperado.

Como realmente no hemos aprendemos la aceptación, para poder practicarla, necesitamos desaprender nuestro hábito de no aceptación.

¿Cómo ocurre la no aceptación?

Le describiré nuestro legado de no aceptación a través de mi propia experiencia, que posiblemente sea similar a la suya.

Antes de que comenzar a tener un poco mas de consciencia, mi vida podía dividirse, claramente, entre las experiencias deseadas, como el placer o la excitación, y las emociones que no encontraba tan desagradables o quizás incómodas para estar presente.

Evita cosas como el aburrimiento, la soledad o la tristeza. En lugar de experimentar estos sentimientos directamente, buscaría refugio en una excesiva racionalización y reformulación de mi experiencia, o simplemente me ocuparía de algo. Como consecuencia, creo que sentía miedo de dejar que mi vida fuera lo suficientemente tranquila como para reducir la velocidad y sentirlo todo.

La gran mayoría de nosotros los seres humanos somos selectivos al experimentar nuestros sentimientos. Es un elemento de nuestra psicología estar más orientado hacia el placer. Todos tenemos catálogos, archivos de experiencias emocionales no procesadas debido a esta tendencia.

Es un hábito que nos prepara para la infelicidad y la disfunción.

¿Qué significa exactamente practicar la aceptación?

Como mencioné al principio, existe un gran desafío al explicar la aceptación, ya que existen hay algunas asociaciones inútiles con la palabra aceptación, lo que significa que no la calificamos como parte de una estrategia de crecimiento personal. Por ejemplo, confundimos la aceptación con la resignación.

También interpretamos erróneamente que la aceptación se trata de aceptar nuestras circunstancias personales. Pero aceptar circunstancias fuera de su círculo directo de influencia, que también es algo bueno, describe responsabilidad más que aceptación.

Así que acabo de describir algunas cosas que la aceptación no es. ¿Qué es?

La aceptación es la voluntad de experimentarnos a nosotros mismos y a nuestras vidas como son las cosas. Es un alejamiento del autoengaño hacia la realidad.

Aceptación significa que dejas de identificarte con lo que no estás aceptando.

¿Practicar la aceptación nos hace menos efectivos en nuestras vidas?

Como dije al principio, la aceptación no es resignación. Si le interesa tener una alta eficacia personal, entonces querrá practicar la aceptación.

Cuando una persona se resigna, se ha rendido y está siendo pasiva. Por otro lado, cuando estamos dispuestos a aceptar cosas, estamos demostrando coraje, compasión con nosotros mismos y presencia. Estas son cualidades fortalecedoras.

Crecemos creyendo que juzgarnos y evaluarnos negativamente es la forma en que mejoramos. En realidad, el mejor combustible para la transformación es dejarse sentir lo que necesita sentir, para que pueda decidir qué quiere hacer al respecto. Así es como desarrollamos la inteligencia intrapersonal (la capacidad que nos permite conocernos mediante un autoanálisis).

Básicamente, la aceptación es lo que hace posible el cambio es hacer las paces con su realidad.