Juan Pablo Arias
En enero de 2022 la actividad económica creció un 9% en términos interanuales, para una recuperación de 12,3 puntos porcentuales respecto a enero de 2021, de acuerdo con los datos más recientes del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) publicados por el Banco Central.
El ritmo de crecimiento, no obstante, ha desacelerado en los últimos meses.
Además, el crecimiento acumulado de los últimos doce meses fue de 9,1%, el mayor desde junio de 1993, lo cual -según el Banco Central- indica que se mantiene el vigor de la recuperación de la producción nacional luego de la crisis generada por la covid-19.
La producción de los regímenes especiales continúa con tasas de crecimiento de dos dígitos, pero se desacelera en los meses recientes.
Luego de mostrar crecimientos superiores al 30%, la variación interanual se desacelera conforme se disipa el efecto base causado por la contracción en el nivel de producción en el primer semestre del 2020, como consecuencia de la pandemia por covid-19.
En enero de 2022 la variación interanual de la producción de los regímenes especiales fue de 12,6%. La mayor actividad manufacturera explicó el 97% del crecimiento del mes.
La producción de las empresas del régimen definitivo aumentó 8,5%, crecimiento explicado por el incremento en los servicios de hoteles y restaurantes, transporte y almacenamiento, comercio y los empresariales (vinculados con las agencias de viajes y el alquiler de vehículos).
"Al comparar el nivel de enero 2022 con el registrado en febrero 2020 (previo al inicio de la pandemia), registra un aumento de 2,2%. Por tanto, el crecimiento de esta actividad se explica en mayor medida por la recuperación después del impacto de la crisis sanitaria en el nivel de producción (efecto base)", indicó.
Dinamos de la actividad económica
El dinamismo del proceso de recuperación de la actividad económica se explica por:
- La robusta demanda externa.
- La flexibilización de las medidas sanitarias debido al buen desempeño de las campañas de vacunación.
- El impulso al consumo y la inversión por las políticas monetaria y financiera.
- La recuperación de la confianza, especialmente de los empresarios.
- Una fuerte atracción de inversión directa.
“La conjunción de estos factores permitió que ya en mayo de 2021 la economía registrara un nivel de producción superior al del periodo prepandemia. Esto también se materializó en una disminución en la tasa de desempleo, aunque a una velocidad menor al crecimiento en la producción”, indica el informe del Banco Central.
La tasa de ocupación alcanzó su punto más bajo en julio del 2020; posteriormente inició un proceso paulatino de recuperación y en enero 2022 se mantiene cerca de 7% por debajo del periodo prepandemia. El desempleo se ubicó en 13,1%, lo que representa una notable mejora si se compara con la tasa de julio de 2020 (24,4%), aunque superior al registrado en febrero del 2020 previo al inicio de la pandemia (12,2%).
