Juan Pablo Arias
La actividad económica en Costa Rica registró un decrecimiento interanual del 7,7% en agosto pasado, según la última actualización del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), publicado por el Banco Central de Costa Rica.
De acuerdo con este indicador, cuyos resultados se publican con dos meses de rezago, la contracción en la producción persistió durante el octavo mes como consecuencia de la pandemia.
Pese a ello, el Banco Central resaltó que la caída ha venido disminuyendo desde mayo.
La cifra de decrecimiento del 7,7% representa una desaceleración de 9,5 puntos porcentuales (p.p.) en la tasa de variación respecto al mismo periodo del año previo. Por su parte, la variación media en los ocho meses del año fue -5,0 %.
“La tasa de variación trimestral anualizada de la serie ajustada por estacionalidad fue de -1,8%, comparada con -17,2% en julio. Esta tasa alcanzó su punto más bajo en mayo, y desde entonces ha venido repuntando, lo que indica que el ritmo al que la economía nacional decrece es cada vez menor”, indicó la Autoridad Monetaria, en un comunicado.
Caída en todas los sectores
El nivel de la producción cayó en los cinco grandes agregados de actividades económicas: agricultura, manufactura, construcción, comercio y servicios.
Sin embargo, al interior de estos grupos algunas actividades especificas mostraron crecimientos, como es el caso de los servicios de información y comunicaciones, que aumentaron (2,2 %), principalmente por la mayor producción exportable de las empresas ubicadas en el régimen de zona franca (4,5%).
La caída en el volumen de la producción es mayor en las actividades de hoteles y restaurantes (59,3%), transporte y almacenamiento (27,4%) y comercio (15,5%), todo lo cual guarda una estrecha relación con la mayor incidencia en esos sectores de las restricciones nacionales e internacionales al movimiento de personas y mercancías, adoptadas para contener la propagación del COVID-19.
