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Activista Bianca Jagger: Sandinismo está a las puertas de un régimen igual o peor que el de Somoza

“El 7 de noviembre Ortega se proclamará presidente y si la comunidad internacional no actúa, logrará imponer una dictadura dinástica…

Por Tomás Gómez

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Activista Bianca Jagger: Sandinismo está a las puertas de un régimen igual o peor que el de Somoza
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“El 7 de noviembre Ortega se proclamará presidente y si la comunidad internacional no actúa, logrará imponer una dictadura dinástica igual o peor que la de Somoza”.

Esa fue la advertencia que lanzó la activista internacional por los derechos humanos Bianca Jagger, este viernes.

En un acto convocado por la Fundación Arias para La Paz, la nicaragüense recordó que el régimen sandinista ha ignorado llamados de la ONU, la OEA y otros entes, por lo que hay que estar alerta.

“Hay que estar listos para sorpresas de Ortega”, dijo la activista, quien intervino en la actividad en forma remota.

Golpe de estado en mayo

Aunque la represión ya se había activado en Nicaragua, Jagger explica que los últimos meses han sido peores.

A partir de mayo, dijo, arrancó una cacería de opositores.

El uso de leyes represivas y utilización de las instituciones jurídicas la llevan a considerar, que desde entonces, “Ortega dio un golpe de Estado”.

Además, recordó que durante la represión tras el estallido social del 2018 hubo crímenes de lesa humanidad.

Más aún, rememoró que desde su primer período el sandinismo ya aplicaba prácticas irregulares.

“El autoritarismo de Ortega es igual de dañino hoy que en los 80”, expuso.

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Otras medidas

Jagger fue enfática en que las declaraciones y mensajes contra las elecciones de noviembre no son suficientes sin medidas de presión.

Entre otras opciones pidió a la comunidad internacional:

  • Desconocer las elecciones
  • Suspender a Nicaragua del Sistema Interamericano
  • Sancionar al régimen y sus colaboradores
  • Detener la financiación internacional
  • Condicionar asistencia internacional y que esta no la maneje el Gobierno

Según concluyó, los estados deben dejar de justificarse en el principio de no intervención para ignorar la situación en Nicaragua.

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