Desde la Columna
Irene Henderson para El Observador
Vivimos en tiempos distintos. Lo que solía ser nuestra rutina ahora se ve influenciada por las distintas medidas de prevención que debemos implementar en nuestro día a día. Esta nueva realidad de la pandemia nos impacta a todos.
Hemos tenido que incorporar las clases virtuales de nuestros niños en la rutina y tratar de hacer lo mejor posible para poder completar todas las tareas con los pequeños. Sin embargo, hay un grupo al que este cambio le puede afectar más.
En esta situación, a los niños con Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) les puede representar un mayor desafío el tener que permanecer sentados frente a una pantalla durante largos lapsos. Por lo tanto, podemos seguir estas recomendaciones para ayudar a equilibrar la carga en ellos.
- Es importante tener en cuenta que nuestros hijos van a tener inquietud al tener que quedarse tranquilos en su espacio y mantener la atención durante las clases. Esto puede resultar en problemas de comportamiento. Entonces, podemos utilizar reforzadores para mejorar estas conductas, por ejemplo: un abrazo, un aplauso, una calcomanía en el trabajo o un premio al final de la semana.
- Se puede hablar con las profesoras de la escuela sobre estrategias y tiempos de clases. Las docentes nos pueden explicar los mecanismos que usaban en clases para ayudar a los niños y así valorar cuales se pueden implementar en casa.
- Segmentar el día con tiempo libres entre clases o definir las lecciones obligatorias es fundamental, 45 minutos es el tiempo que un niño puede poner atención a una tarea, no más. Por lo tanto, cada 45 minutos, es recomendable que los niños tengan un recreo donde corran, salten, bailen o jueguen. Es necesario que sea diferente a lo que está viendo en clase.
- Antes de cada clase, es importante tener actividades físicas para modular la necesidad de movimiento.
- Es útil disponer de objetos sensoriales para que ayuden en la regulación del movimiento o ansiedad durante las clases. Un objeto sensorial puede ser: un mordedor, una bolita anti-estres, un peluche, entre otros.
Como terapeuta ocupacional me interesa el crecimiento integral de cada niño y es fundamental que exista un balance entre sus tareas y el tiempo libre. Esto trae un mejor resultado en el bienestar y el rendimiento de sus hijos. Espero que estos consejos les ayude a tomar decisiones.
Irene Henderson
Terapeuta ocupacional con especialidad en integración sensorial para niños
Email: [email protected]
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