Juan Pablo Arias
El crecimiento de la actividad económica cumplió en mayo pasado 12 meses consecutivos de desaceleración, según las estimaciones más recientes del Banco Central de Costa Rica, publicadas la noche del viernes.
El Índice Mensual de Actividad Económica registró en mayo de 2019 un crecimiento interanual del 1,3%, el cual es inferior en 2 puntos porcentuales al registrado en mayo de 2018 (3,3%) y en 0,2 puntos porcentuales al del mes anterior (1,5%).
No se registraba una cifra de crecimiento interanual tan baja desde noviembre de 2009, cuando el país apenas superaba los efectos de la crisis económica internacional.
Según los datos del Banco Central, la producción creció apenas un 1,6% en el periodo enero-mayo 2019 respecto a igual lapso del 2018 y un 2,1% en los últimos doce meses.
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La economía costarricense comenzó a registrar una desaceleración de su ritmo de crecimiento desde agosto de 2015. En el último año ha persistido la tendencia.
“Todavía no se puede hablar de una crisis, porque eso sucede solo cuando hay largos periodos de decrecimiento. Por ahora la economía sigue creciendo, pero a menor velocidad”, comentó el economista Daniel Suchar, catedrático de la Universidad Latina.
El experto agregó que, en el momento actual, no hay problemas de productividad, pero sí una contracción del consumo, en buena parte como consecuencia de la implementación de la reforma fiscal.
Con esta afirmación coincidió el economista Leiner Vargas, catedrático de la Universidad Nacional, quien opinó que, si bien no se trata de una crisis, una desaceleración por un periodo tan largo crea condiciones que sí podrían conducir a una.
“De continuar la tendencia, vamos a caer en una crisis bastante profunda, sobre todo por las consecuencias sociales, como en el empleo, donde ya se sobrepasa lo visto durante la última crisis internacional”, comentó.
En su opinión, los tímidos resultados fiscales, también son señal del periodo de vulnerabilidad por el que atraviesa la economía.
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Los sectores más golpeados
La actividad agropecuaria, el comercio y la construcción presentaron en mayo del 2019 una disminución de la producción.
Además, a excepción de los servicios financieros, todas las demás actividades económicas registraron una tasa de variación inferior a la observada en mayo de 2018.
La desaceleración de la producción ha estado asociada, a diversos factores; uno de ellos, la incertidumbre generada por la entrada en vigor de la reforma fiscal.
Freno en el crecimiento
Cada industria desagregada muestra distintos niveles de crecimiento. Principalmente, el decrecimiento se da en las actividades que no cuentan con incentivos especiales.
Sector agropecuario
La caída en la actividad agropecuaria se acentuó al registrarse en mayo una contracción de 4,2%, principalmente por la menor producción de banano y piña, así como factores climáticos adversos que han afectado a la actividad agrícola.
En el caso de la piña, uno de los principales productos exportables, un menor número de hectáreas cultivadas y menor producción de piña, se debe a una rebaja en los precios internacionales, que a su vez es consecuencia de un aumento mundial de la oferta exportable de esta fruta.
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Sector manufacturero
La manufactura creció 2,4%, con comportamientos disimiles según el régimen de producción. La producción de las empresas ubicadas en zona franca creció a una tasa de dos dígitos (11,4%), principalmente por la mayor fabricación de implementos médicos y de productos alimenticios.
Este crecimiento fue atenuado por la menor producción de las empresas ubicadas fuera de zona franca (-2,7%), especialmente las dedicadas a producir papel, hierro y plástico.
Además, la situación sociopolítica en Nicaragua sigue impactando las exportaciones de bienes de Costa Rica a ese país y al resto de Centroamérica.
Sector comercial
La actividad comercial decreció 0,8%, producto de una menor demanda de vehículos y de materiales de construcción. Al mes de mayo, la actividad comercial cumplió siete meses de variaciones negativas.
Sector constructor
La construcción se contrajo 14,2%, por una disminución de las edificaciones residenciales y comerciales, como consecuencia, principalmente de la incertidumbre generada por la entrada en vigor de la reforma fiscal.
En el caso de la construcción con destino público se debió a una ejecución menor a la prevista en proyectos de infraestructura vial y de acueductos y alcantarillados.
Sector servicios
Los servicios en conjunto crecieron 2,9%. Algunos de los principales hechos son:
- Los servicios empresariales crecieron 3,2%, debido principalmente a una mayor demanda externa en productos como: consultoría en gestión financiera, atención al cliente y diseño de dispositivos para tratamientos odontológicos
- Los servicios de enseñanza y salud mostraron un crecimiento interanual de 2,6%.
- Los servicios financieros crecieron 4,1%, por un mayor uso de tarjetas de crédito y débito.
- Los servicios de información y comunicaciones presentaron un aumento de 4,9%, resultado de la mayor demanda externa e interna de servicios de programación y consultoría informática.
La entrada en vigor de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas ha motivado una mayor demanda por desarrollos informáticos.
