Desde la Columna
Por: Julio Castilla, Presidente Grupo CMA y Cámara de Comercio de Costa Rica
Lo que las empresas de tecnología no logramos en años, el COVID-19 lo aceleró en meses. Los empresarios nos dimos cuenta de que la tecnología es un diferenciador competitivo en tiempos de crisis. Quienes lograron ajustarse y acelerar esa transformación digital son los que están saliendo adelante.
Cuando hablamos de transformación digital, nos referimos no solo a lo que tiene que ver con comercio electrónico, sino a lograr un uso calificado de las herramientas que proveen los diferentes fabricantes, para hacer mucho más colaborativa la interacción entre su equipo y los clientes.
Hoy la tecnología es la clave y en el futuro las empresas se diferenciarán por el uso que hagan de la información que obtengan y la experiencia al cliente que ofrezcan.
Costa Rica es un país muy atractivo para la inversión extranjera directa (IED) y de ahí el reto de potenciar la misma, con énfasis fuera de la GAM. Se ha demostrado que tenemos capacidad de mano de obra especializada, pero si queremos seguir creciendo, debemos dar sentido de urgencia a dos temas, infraestructura de internet y educación.
El acceso de Internet de banda ancha debe llegar a todo el país y no hay excusa para que no lo hayamos logrado.
Es un error pensar que la tecnología puede sustituir todo el trabajo del ser humano, más bien vendrán otras labores que aún no conocemos y que todos debemos aprovechar para aprender a realizarlas. Por ejemplo, el comercio electrónico ya es una forma de comercialización que muchas empresas han experimentado con muy buenos resultados. La presencia virtual ha venido a borrar fronteras y a fortalecer las empresas con mercados globales para sus productos.
Debido a lo anterior, el segundo factor crítico para el éxito como país, es adecuar la educación a las necesidades de los puestos de trabajo que el Mercado demanda por las nuevas tecnologías. De esta forma podemos seguir promoviendo a Costa Rica, para que sigan viniendo cada vez más empresas a invertir, generando trabajo y bienestar.
Los gobernantes deben entender que el sector privado es fundamental para el desarrollo, el bienestar y la generación de empleo en Costa Rica. Y que debemos facilitarle su gestión, mediante un aparato estatal eficiente, enfocado al servicio del ciudadano. La tecnología se constituye en un facilitador para conseguir los grandes proyectos que dispararían a nuestro país a nivel competitivo. Podemos conquistar con pequeñas victorias el proyecto país que queremos por medio de la alfabetización digital.
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