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¿Alimentos para todos? Reto diario para los agricultores

Kenlly Alfaro Ugalde. Directora ejecutiva ASOAGRO-CR Diariamente más de 1.500 millones de personas en el mundo viven o trabajan en labores…

Por Desde la Columna

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¿Alimentos para todos? Reto diario para los agricultores
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Kenlly Alfaro Ugalde. Directora ejecutiva ASOAGRO-CR

Diariamente más de 1.500 millones de personas en el mundo viven o trabajan en labores agrícolas de pequeña escala. Ellos enfrentan el gran reto de suplir alimentos para su subsistencia y la comercialización, teniendo que lidiar con plagas y enfermedades, cambios en la temperatura, exceso de lluvias o ausencia de ellas, entre otras amenazas a la producción agrícola.

Costa Rica no es la excepción. Distintas entidades públicas y privadas han detectado que situaciones alrededor del cambio climático han incrementado mayores presiones de plagas y enfermedades en los alimentos que producimos en nuestro país.

Por ello, en los últimos años los productores agrícolas han tenido que empezar a adaptar sus procesos a los retos que enfrenta la producción de los alimentos.

Hoy la agricultura moderna requiere de distintas herramientas para continuar produciendo con situaciones más complejas, como menos acceso a la tierra y agua, así como una adecuada oferta de insumos agrícolas para atender las enfermedades de las plantas.

Según un informe de la FAO, publicado en marzo del año 2021, las enfermedades, plagas en infestaciones de malezas, han sido las responsables de la pérdida del 9% de la producción agrícola y ganadera, entre 2008 y 2018 y aseguró que esta misma situación se presentó en 2020, lo que genera un gran estrés para el sector y para la seguridad alimentaria.

Los fertilizantes son necesarios para nutrir las plantaciones, mientras que los plaguicidas son las medicinas que controlan y erradican los enemigos naturales de los cultivos.

Estas dos herramientas permiten el crecimiento, el desarrollo y producción de los cultivos, generadores de alimentos para que sean sanos y de calidad para ser consumidos.

Así como el ser humano se enferma, las plantaciones pueden padecer de enfermedades que irrumpen el desarrollo de la producción agrícola, provocan escasez y desabastecimiento de los alimentos y serán los consumidores y el país quienes pagarán un alto precio en caso de omitir los agroquímicos.

Un ejemplo de lo anterior ocurrió en octubre del año pasado en Sri Lanka, que quiso ser el primer país 100% orgánico del mundo, y esto generó una caída tremenda en la producción agrícola y alza en los precios de los alimentos.

Recientemente, ese gobierno informó que va a destinar $200 millones para poder resarcir el daño provocado a los productores de arroz y a cerca de un millón de agricultores, quienes están sufriendo un hundimiento productivo por no haber podido usar en sus plantaciones los insumos agrícolas. Hoy este país no solo se está viendo afectado por la crisis provocada por la pandemia, sino también por la crisis alimentaria que viven a raíz de esa mala decisión.

Cambio climático

El cambio climático tiene también una gran responsabilidad en la propagación de plagas a nivel mundial. Esta es una amenaza emergente para la alimentación en el país porque cada vez se crean condiciones más favorables para la aparición de enfermedades que dañan los cultivos.

Si se llegaran a prohibir los agroquímicos existentes y se continua con procesos de registro ineficientes para nuevos insumos y moléculas, la alimentación nacional y la economía se verían afectadas gravemente, provocando desempleo para miles de familias que tienen en la agricultura su sustento diario.

El rezago en la aprobación de un Proyecto de Ley para el registro de agroquímicos y la espera de hasta poco más de 13 años para el registro de cada insumo, genera cada vez mayor incertidumbre para el agricultor, quien se queda sin herramientas para atacar las plagas y enfermedades.

Los agroquímicos con los cuales se cuenta actualmente han sido sometidos a reiterados procesos de estudio y el agricultor a través del tiempo ha comprobado su efectividad. En Costa Rica, la industria de los agroquímicos está estrictamente fiscalizada.

Es por lo anterior, que ASOAGRO-CR vela porque se garanticen las herramientas de trabajo de los agricultores, además, insiste en la importancia de capacitación y educación para el sector en el uso correcto de los agroquímicos, permitiendo a su vez la sanidad de la producción agrícola y garantizando los alimentos para toda la población costarricense.