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Allison Bonilla y María Luisa Cedeño: dos femicidios que estremecieron al país en 2020

A nivel nacional, se registraron 11 casos de femicidios, si se toman los datos oficiales con corte al 16 de…

Por Krissia Morris Gray

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Allison Bonilla y María Luisa Cedeño: dos femicidios que estremecieron al país en 2020
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A nivel nacional, se registraron 11 casos de femicidios, si se toman los datos oficiales con corte al 16 de diciembre pasado del Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia.

De las 61 muertes violentas de mujeres ocurridas en 2020, al menos 41 casos están pendientes de clasificación.

Además, otras 9 fueron consideradas como homicidio, pero no femicidio.

Pero dentro de los que sí fueron clasificados, hubo dos que particularmente estremecieron al país.

Sus casos fueron de conocimiento público, en más o menos difusión mediática: la joven estudiante Allison Bonilla Vásquez y la anestesióloga, María Luisa Cedeño Quesada.

Ambos casos están en investigación por las autoridades judiciales.

Allison Bonilla

Como era su costumbre, Allison Bonilla acudía al Colegio Nocturno de Cachí, donde estudiaba.

El 4 de marzo del 2020 hubo un cambio en la rutina. Cuando ella se dirigía para su casa, en horas de la noche, alertó a su novio y  a su mamá de que había dos hombres que la seguían en un carro.

Su madre, Yendry Vásquez salió a esperarla, pero el encuentro nunca se dio.

Desde ese momento, se montó todo un operativo intenso de búsqueda en San Jerónimo de Cachí, en el cantón de Paraíso, de la provincia de Cartago.

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Los primeros en responder al llamado de auxilio fueron familiares y amigos, luego las autoridades policiales y judiciales.

Su caso no sólo mantuvo en vilo a su familia y a su comunidad, sino que el país entero veía cómo pasaban los días y no había información certera del paradero de la joven de 18 años.

Uno de los momentos más reveladores fue cuando el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) decomisó un vehículo.

En este, luego de varios análisis criminalísticos, se encontraron rastros de aparente sangre en la cajuela, los cuales se compararon con los análisis de ADN de la familia de la joven y resultaron positivos.

Rodrigo Araya, abogado de la familia señaló en setiembre anterior que ya tenían identificada a la persona responsable de interceptar a Allison, el día su desaparición.

La familia ofreció una recompensa a quien diera información, con la que pudieran dar con el paradero de lo joven.

Los agentes del OIJ detuvieron en Ujarrás a un adulto joven de apellidos Sánchez Ureña y que es conocido como Sukia.

Este, en un principio, había confesado el crimen, pero luego se retractó. La familia de Allison nunca perdió la esperanza encontrarla con vida.

Luego de meses de intensa búsqueda, el operativo se dirigió hacia un botadero clandestino, de muchos años de existencia.

En esta fase de la investigación, el OIJ, en conjunto con la Cruz Roja y la Fuerza Pública, tuvieron parte activa en el proceso, pues el botadero, ubicado en San Jerónimo, era un guindo, de muy difícil acceso y que da al Río Reventazón.

También entraron a participar en la búsqueda, rescatistas voluntarios que estaban conmovidos con el caso.

A finales de setiembre, aparecieron restos óseos   y la búsqueda se concentró en dicho lugar donde fueron hallados más restos.

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Fue a inicios de octubre cuando se confirmó que los restos óseos  eran de la joven desaparecida desde marzo anterior.

El 25 de octubre, doña Yendry Vásquez, mamá de Allison, sus familiares y amigos, pudieron darle el último adiós, en la Iglesia de la Virgen de Ujarrás.

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La investigación sigue en fase judicial y solo hay una persona detenida por el caso.

María Luisa Cedeño

Mientras que el país estaba en vilo por la desaparición de  Allison Bonilla, en julio del 2020 se registró otro femicidio, muy sonado: el de la doctora María Luisa Cedeño.

Quienes la conocieron, reseñaron que era una profesional muy interesada de sus pacientes, pues siempre velaba que se sintieran cómodos, cuidados, tranquilos y en confianza.

Con el objetivo de poder tener un fin de semana de descanso, por tanto ajetreo y estrés, la doctora Cedeño llegó con su mascota a un hotel en Quepos.

Era la primera vez que acudía a ese hotel. Se tenía previsto que hiciera el “check out” el 20 de julio, en horas de la mañana. Las horas pasaban y nada.

Cuando los empleados del hotel optaron por entrar a la  habitación, se encontraron con una escena macabra.

La huésped estaba fallecida y envuelta en una sábana blanca, sobre la cama.

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Las alertas no se hicieron esperar. Las autoridades judiciales irrumpieron en el hotel a fin de buscar indicios que les esclareciera lo ocurrido.

Se efectuaron allanamientos y pesquisas judiciales.

Tres personas fueron detenidas, sus apellidos son: Herrera Martínez, Miranda Izquierdo, quienes están con arresto domiciliario.

También fue detenido el empresario dueño de hotel de apellido Bodaam y este está  con arresto domiciliar.

Los tres figuran como imputados en el caso.

En setiembre anterior, se publican detalles de la autopsia en los que se profundiza en la violencia a la que fue sometida la víctima por un lapso de varias horas.

Ese mismo mes, los abogados, familiares y amigos de María Luisa presentan de manera pública los detalles que se tienen del caso pidiendo un manejo respetuoso del tema.

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Los imputados han tratado de que se les levanten las medidas judiciales dictadas, pero hasta el momento, los esfuerzos han sido infructuosos.

El caso sigue su curso en la fase judicial.

La muerte de la anestesióloga, María Luisa Cedeño, deja un hondo vacío entre sus familiares y amigos.

En ambos casos, al igual que en otros que se registraron en el país, las familias exigen justicia.