Diversas organizaciones ambientalistas y la Universidad de Costa Rica (UCR) advirtieron sobre los daños que sufrirá el Humedal Térraba Sierpe, tras una resolución de la Secretaría Técnica Nacional (Setena) a favor de una piñera.
Academia y ambientalistas exigen la anulación de la resolución, que daría viabilidad ambiental a la empresa Pindeco para el proyecto Hacienda Doña Victoria. Este planea desarrollar alrededor de 600 hectáreas de cultivo de piña desde Palmar Sur hasta Olla Cero, a escasos kilómetros del Humedal Térraba Sierpe, uno de los ecosistemas más importantes y frágiles en territorio costarricense.
Solicitaron a Setena una revisión minuciosa del criterio otorgado al proyecto de Hacienda Doña Victoria. Además piden al ministro de Ambiente y Energía, Carlos Manuel Rodríguez, que declare con lugar el recurso de apelación planteado.
Al llamado en contra de la resolución se unieron la Fundación Neotrópica, el Frente Nacional para la Protección de los Humedales, el Centro de Derecho Ambiental y de Recursos Naturales, la Red Centroamericana de Acción del Agua (FANCA) y el Observatorio de Agua y Saneamiento de la Universidad Estatal a Distancia (UNED).
También participan la Asociación Regional Centroamericana para el Agua y el Ambiente, así como la Unidad de Gestión Ambiental de la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR.
Los humedales son espacios de tierra inundados de manera permanente, que están regulados por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos. Son ecosistemas considerados de gran importancia para mantener la dinámica natural y además proveen servicios ambientales que benefician a las poblaciones.
Igualmente sirven como medios de transporte acuáticos y brindan hogar a distintas especies de flora y fauna. Funcionan como barreras de protección frente a desastres, por lo que su conservación y uso sostenible resulta esencial para el país.
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Sitio vulnerable
La Universidad de Costa Rica admitió la necesidad de oportunidades de trabajo en la Zona Sur, pero pidió a las autoridades y a los gobiernos locales incrementar los esfuerzos por lograr “garantizar empleos en el marco de la producción ambientalmente sostenible y socialmente inclusiva, reduciendo los riesgos a la salud de las personas y de los ecosistemas”.
El hecho de que es un ecosistema frágil y vital para la zona, así como patrimonio natural, es uno de los principales reclamos, dado que el proyecto piñero se desarrollará a apenas 6 kilómetros del humedal.
En el propio análisis de Setena se señaló que las aguas generadas en el proyecto piñero drenarían hacia los Ríos Sierpe y Térraba, que son parte del Área Silvestre Protegida Humedal Nacional Térraba-Sierpe.
Las organizaciones suscribieron un manifiesto, en el cual detallan diversos puntos por los que se encuentran en contra de la resolución:
- El Humedal Térraba Sierpe es sitio Ramsar de la humanidad (acordado en un tratado internacional para proteger estos ecosistemas), es el mayor humedal estuarino del país y uno de los sumideros de carbono más importantes
- El humedal forma parte del paisaje cultural Delta del Diquís sitio de patrimonio mundial que reconoce la singularidad del proceso de desarrollo llevado ahí desde tiempos precolombinos
- Al menos 44 comunidades vulnerables dependen de sus servicios ecosistémicos en los sectores de Sierpe, Cortés, Coronado y el Humedal
- La Política Nacional de Humedales 2017-2030 definió la cuenca y al Humedal Térraba-Sierpe como una de las áreas en condiciones de mayor vulnerabilidad y, por lo tanto, de prioridad alta de intervención
- Según el reciente Informe del Estado de la Nación “la expansión piñera en el país, que ha convertido esa actividad en una de las más dinámicas del sector exportador, ha estado relacionada, en ciertas zonas, con invasión de riberas de ríos, zonas protegidas y ecosistemas sensibles”
- No hay claridad de que, para este proceso, se hayan tomado en cuenta criterios de Salud y de Agricultura, para los procesos de monitoreo y control del uso de plaguicidas
- El Setena desoye el artículo 175 de la Ley General de la Administración Pública al declarar extemporáneo la apelación
- Se viola el principio de legalidad y de debido proceso, así como el principio precautorio en materia ambiental
Según los ambientalistas, Setena no tiene los criterios técnicos suficientes para determinar si lo procedente es iniciar un proceso de lesividad o sanear el acto en cuestión, ya que algunas instituciones están pendientes de emitir su criterio sobre la compatibilidad o no de la actividad piñera con la conservación de un ecosistema de humedal.
Además también preocupa la relevancia de los hallazgos arqueológicos dentro del área en la que se desarrollaría el monocultivo.
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Recurso de apelación
Ante la resolución de Setena, la Federación Costarricense para la Conservación de la Naturaleza (Fecon) convocaron este jueves a la firma masiva de un recurso de apelación frente a Setena.
“Se está solicitando al Ministerio de Ambiente y Energía reconsiderar los argumentos por el fondo, por ser muy graves las inconsistencias de los permisos que dan luz verde a la siembra de casi 500 hectáreas de piña dentro de una zona de Alta Fragilidad Ambiental y estrechamente relación con el Humedal Terraba-Sierpe”, explicó la Fecon.
Los ambientalistas también advirtieron de que la contaminación con agroquímicos “sería inevitable e irreversible en el acuífero”.
El recién presentado Informe Estado de la Nación 2029 mostró que las piñeras invaden casi 4 mil hectáreas de áreas protegidas y 16 mil de humedales en todo el país.
El impacto negativo del agro en áreas protegidas por ley no es nuevo. El Centro Nacional de Alta Tecnología (Cenat-Conare) y otros entes en conjunto con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señaló que del 2000 al 2015 la industria piñera deforestó un equivalente a 5.566 hectáreas de bosque.
Además el Sistema Nacional Información Territorial (SNIT) mostró que en el 2016, las empresas piñeras instalaron 1.112 hectáreas de monocultivo dentro de ASP como Barra del Colorado.