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Andrea Vargas mejora su tiempo, pero dos centésimas la dejaron fuera de la final de 100 metros con vallas

En una emocionante competencia, la atleta costarricense Andrea Vargas hizo una excelente carrera y finalizó tercera en su eliminatoria en…

Por Rodrigo Díaz

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Andrea Vargas mejora su tiempo, pero dos centésimas la dejaron fuera de la final de 100 metros con vallas
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En una emocionante competencia, la atleta costarricense Andrea Vargas hizo una excelente carrera y finalizó tercera en su eliminatoria en 100 metros con vallas de los Juegos Olímpicos de Tokio.

Pese a que logró una marca de 12.69, su mejor registro del año, no logró pasar a la final de la prueba. La competencia se llevó a cabo este domingo en la madrugada (hora de Costa Rica) en el Estadio Olímpico de Tokio.

En su eliminatoria, la nacional quedó detrás de Tobi Amusan de Nigeria y Deynne Charlton de Bahamas, quienes automáticamente pasaron a la final.

Vargas debía esperar las dos siguientes semifinales para saber si podía pasar a la final.

En esta prueba pasaban las dos mejores de cada heat y los dos mejores tiempos del resto de las competidoras.

La tensión fue palpable en la segunda semifinal, que debió detenerse la competencia en tres ocasiones debido a problemas con los sensores. No obstante, al terminar esa prueba, Andrea aún seguía dentro de las clasificadas.

La tercera semifinal deparó el destino de la costarricense. Este fue el más rápido de los tres, con triunfo de la puertorriqueña Jasmine Camacho-Queen ganó por amplia ventaja y un extraordinario 12.26 (nuevo récord olimpico).

En esta eliminatoria, Simmonds de Jamaica terminó segunda (12.62), la holandesa Visser, a quien Andrea derrotó en la primera eliminatoria (12.63) y la estadounidense Cunningham (12.67), quien fue la que finalmente le quitó a Andrea la ilusión de llegar a la final.

Dos objetivos cumplidos

La tica llegó a estas semifinales con el cuarto mejor tiempo de clasificación merced a su triunfo en la primera ronda, en la que obtuvo una marca de 12.71, en ese momento el más rápido conseguido en el año.

Para esa prueba se alcanzaron dos objetivos, según su madre y entrenadora Dixiana Mena: pasar a la siguiente fase y hacer marca para el próximo mundial de atletismo. Ambos se lograron con creces.

Quedó pendiente la final olímpica, el tercer objetivo trazado por la atleta y su entrenadora, a la que no se pudo llegar por un tiempo menor a un pestañeo.