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‘Antes’, de Carmen Buollosa. Una historia personal de vivencias entrañables

Por Silvia Solano para El Observador En un viaje a México, unos días antes de devolverme a mi país, hice…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 3 minutos
‘Antes’, de Carmen Buollosa. Una historia personal de vivencias entrañables
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Por Silvia Solano para El Observador

En un viaje a México, unos días antes de devolverme a mi país, hice un pequeño “tour de librerías” para buscar una novela corta; ojalá de autora mexicana, para que me acompañara en mi vuelo de regreso a Costa Rica.

La pequeña joya que encontré, se la agradezco a la vida. La compré más por un impulso: “Antes”, de Carmen Boullosa.

Había escuchado de Carmen Boullosa por su libro que luego fue película, “Las paredes hablan”, y decidí aventurarme con esta novela desconocida.

El libro es narrado desde las vivencias de una niña y su interpretación del mundo que la rodea. Nos habla algunas veces como a sus más grandes confidentes, y otras, como si solo fuéramos espectadores siguiendo un delgado hilo que une sus recuerdos.

La escritora, durante toda la lectura, se encarga de remarcar la importancia de los recuerdos en nuestras vidas, y lo que ellos mueven en nuestras almas. Menciona:

“No me atrevería a volver a vivir lo que fui de niña porque, recuperados por la memoria, los hechos se tornan peligrosas agujas que coserían mi alma, que escocerían mi alma, que harían pedazos de carne muerta mi alma”

Se refleja lo mucho que las memorias de la infancia pueden marcarnos hasta convertirnos en quien hoy somos.

En la novela la autora lo dice: “Volver a vivir lo que hemos visto con la limpia y directa mirada del recuerdo sería intolerable, o por lo que toca a mí, no tendría valor para hacerlo”.

Poniendo en evidencia su gran valentía al demostrarnos su capacidad de sentirse vulnerable, humana. En una frase lo encierra así: “Ahora, ¿soy miedosa? Lo soy de mil maneras. ¿Una? Yo no soy capaz, no tengo valor, de volver a vivir lo que viví de niña”

Cuando vivimos apenas nos damos cuenta de lo que estamos viviendo…”, dice la autora.

Y la novela transmite así, una inocencia que se debate en un claroscuro; donde muestra una visión muy visceral de los miedos, brindándonos un testimonio sobre las pérdidas, y los grande temores.

Pero también nos permite maravillarnos con las interpretaciones de lo cotidiano que de niños vivimos, expresándolo así: “¡Ay! si pudiera recordar, revivir cómo suena la música, cómo se arman los sonidos y dónde caen para corromper con su gusto el alma…

Despierta una interesante reflexión de una época que nos marca a todos, de cómo vamos cambiando de piel conforme crecemos.

Nos recuerda nuestros duelos vividos, nuestros sueños y fantasías. Por ejemplo, ella lo comparte así, en una maravillosa frase, “Tener dentro de mí un corazón que no sólo sirviera para empujar sangre sino que llegara a cambiar su ritmo para uniformarlo con el paso del sentimiento de otros, un corazón que bailara, que sabiendo escuchar se uniera a ritmos ajenos

Esta es una novela con tanto sentimiento, tan cargada de asombros, que se devora y disfruta con el corazón.

Es un preciado regalo que nos hace la valiente escritora. Nos cambia la vida sin preverlo, nos marca y sobre todo nos invita a releerla para disfrutarla por segunda vez, ya menos ansiosos; ahora siendo más reflexivos, buscando tal vez, la propia catarsis de nuestros recuerdos.

Silvia Solano es amante de la literatura, los viajes y las buenas historias. Blog: https://silabril.wordpress.com