Artistas en pandemia: una propuesta para apoyar al sector

Carlos Peña y Paula Rodriguez para El Observador

La actual emergencia económica no declarada, venidera a consecuencia de la crisis sanitaria, evidencia con mayor grado los graves desfases y problemas del sector de la economía naranja.

Informalidad del sector

El sector artístico nacional básicamente trabaja con las uñas usualmente; por las condiciones del mercado mismo, el desprecio de quienes contratan y la falta de regulación a muchas relaciones laborales solapadas de contratos de servicios profesionales termina generándose mucho subempleo o empleo informal, costándole millones a todas las partes.

Por otra parte, el mismo sector carece de unión. Sería interesante fomentar la creación de alguna cooperativa, mutual o figura asociativa para lograr mecanismos de protección gremial.

Impuestos a espectáculos públicos

Peor aún, el arte resulta caro, por los altos impuestos nacionales. Cualquier tiquete ya debe incluir el impuesto a los espectáculos públicos, siendo un 15% sobre el total de cada boleto. Además, se debe contar con una serie de permisos. Muchos de ellos son difíciles de cumplir por exagerada normativa, especialmente el caso de los lineamientos del Ministerio de Salud para los permisos de funcionamiento.

Agregue el canon pagado a Canara y otras entidades que son contratos y gastos obligados por ley como lo es Cruz Roja y otros.

Incongruencias

Lo que ha quedado más claro es la incompetencia de nuestras autoridades a la hora de aplicar criterios técnicos a muchas decisiones relacionadas a la pandemia que afectan al sector. Por ejemplo, a la fecha el Ministerio de Salud no ha explicado por medio de método científico las justificaciones de los cierres de actividades o aforos permitidos.

¿Qué proponemos?

Siendo que no vamos a lograr corregir los problemas sistémicos en un solo artículo y que en el contexto de la crisis sanitaria todo es más complicado (o nos hacen creer que lo es) nos toca ponernos creativos y aportar; esto proponemos:

Aumentar los aforos al 75%, ya que carece el Ministerio de Salud de un criterio técnico específico y todo es a “ojo de buen cubero”. Podemos ser igual de arbitrarios pero más razonables.
Aumentar la hora de restricción hasta la medianoche. Muchos restaurantes han reportado en un aumento de hasta 25% en ventas con solo extender la restricción 1 hora más. Dejemos a la gente trabajar y que cada quien asuma su riesgo.
Crear 1 día al mes sin IVA y sin otros impuestos relacionados al sector. En algunos países, como Colombia, con el fin de fomentar el consumo se creó 1 día sin IVA, perfectamente podríamos permitir que los lunes o martes sean, una vez al mes, los días que pueda asistir a eventos más baratos, dejando el mismo margen a los involucrados y generando mayor consumo, que luego el Estado recupera por medio de mayor recaudación en el impuesto de renta.
Crear incentivos fiscales para eventos privados en burbuja. Si la premisa es no salir a lugares públicos y evitar aglomeraciones, perfectamente se podría permitir una rebaja en IVA y otros impuestos para la venta de eventos privados con aforos controlados. Con esto se cumpliría con todas las normas impuestas por el mismo gobierno.

¿Qué sigue?

Asumiendo que esta crisis sanitaria terminara de pronto y por un milagro divino, es necesario seguir pensando en más allá de la actualidad y recomendamos estos puntos:

Que el Ministerio de Cultura deje de creer que los artistas urbanos no son artistas. En los últimos años las tendencias urbanas han tomado mucha relevancia pero se mantienen excluidos de los programas escolares y programas de apoyo institucional.
Crear un fondo de becas especializado en arte a nivel nacional.
Si se creara una renta mínima global para cada ciudadano, establecer que un porcentaje de ese monto sea, obligatoriamente, consumido en arte. Así educamos más a la población y apoyamos al sector.
Bajar los impuestos de forma sistemática a los eventos de artistas nacionales.

*Paula Rodríguez es Estudiante de Relaciones Internacionales y artista