Desde la columna

Atajos mentales (sesgos cognitivos)

Rodrigo Sánchez, profesor en Lead University. Nuestro cerebro es fabuloso procesando y escaso a la hora de usar todo lo…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Atajos mentales (sesgos cognitivos)
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Rodrigo Sánchez, profesor en Lead University.

Nuestro cerebro es fabuloso procesando y escaso a la hora de usar todo lo procesado. La herencia del proceso evolutivo nos ha dejado una realidad, que tenemos un cerebro que consume mucha energía y que ha desarrollado los atajos mentales, al igual que los hábitos, como medios para que el ahorro de esa energía sea la máxima posible.

Su función principal sigue siendo la de evitar el dolor y buscar al placer, pero sobre todo esto, es para preservar la especie, con ese único fin.

Los sesgos cognitivos son efectos psicológicos que pueden llevar a una interpretación psicológica errónea de la realidad. Características; son inconscientes, son involuntarios, muy rápidos, (poco consumo energía) y nos condicionan sin darnos cuenta.

Los atajos mentales

Los atajos mentales son un rasgo adaptativo, que nos ayudan a tomar decisiones rápidas ante ciertos estímulos que podrían ser potencialmente dañinos, en circunstancias en las que una respuesta inmediata podría ser más valiosa para la supervivencia que un análisis detallado. Somos seres emocionales antes que racionales.

Es cierto que un sesgo cognitivo nos puede llevar a equivocarnos, pero en ciertos contextos eso nos permite decidir más rápido o la toma de decisiones intuitivas, (validado por la neurociencia como la inteligencia intuitiva), cuando la inmediatez de la situación no permita el escrutinio racional, que es en la gran mayoría de las veces.

Ahora bien, ¿hay alguna relación entre estos atajos mentales y nuestra felicidad?, desde luego que sí. Son potencialmente una gran barrera para poder hacer algunos cambios que quisiéramos hacer en nuestras vidas, dado que son inconscientes, y esta es una de las buenas razones que explican por qué a veces tenemos la consciencia de querer cambiar algo y nos resulta muy complicado poder hacerlo.

Tipo de atajos mentales

Hay muchos tipos de sesgos cognitivos, veamos algunos, los más comunes.

  1. Ilusión de grupo, (falacia del jugador). Consiste en pensar que situaciones aleatorias individuales que están determinadas por situaciones previas. Es muy común en los juegos de azar. Por ejemplo, pienso que el gordo navideño este año terminará en 5, ya que tiene muchos años de no hacerlo.
  2. De observación selectiva. Pensar o reflexionar sobre algo en función de aquello que consideramos importante. Ejemplo: Las mujeres cuando intentan o están embarazadas, suelen ver muchas mujeres en la calle en estado de embarazo, situación que antes no veían porque no les interesaba el tema.
  3. De auto justificación. Justificar algo que han hecho para evitar sentir remordimiento o pensar en el error cometido. Ejemplo: Gastarse todo el dinero que tienen en cambiar un celular, (móvil), nuevo de última generación, con este sesgo lograrán que en lugar de sentirse culpables y pensar que han hecho una locura, pudiendo haber comprado un modelo más económico, así justificaremos su necesidad a toda costa.
  4. De retrospectiva. Es un sesgo muy común; reflexionamos sobre sucesos pasados, dando aportaciones o explicaciones de lo que tendría que haberse hecho para poder evitarlo, como si eso hubiera sido posible.
  5. Profecía auto cumplida. Pensamos en algo que no es cierto, pero actuamos así porque creemos que es lo que tenemos que hacer y cuando eso se confirma, lo damos como un hecho completamente real, igual que una profecía. También consiste en provocar algo que tememos que ocurra pero que uno mismo acaba generando con su actitud. Ejemplo: Seguro me caigo de la bici, profetizamos que va a suceder, y cuando sucede pensamos, “lo sabía”.
  6. Efecto de encuadre. Muy común. Establecer conclusiones en virtud de cómo se presente la información. Unos mismos datos pueden llevarnos a pensar una cosa u otra en función de cómo sean transmitidos. Ejemplo: En política y medios de comunicación se juega con este sesgo para influir en la opinión pública.
  7. De atribución. Hace que pensemos que solo nosotros hemos luchado y conseguido algo, que solo nosotros lo hemos hecho bien; que solo nosotros somos comprensibles y empáticos. P.E. Comparamos nuestro esfuerzo para estudiar con otra persona que lo ha hecho bien y aprobado y pensamos que la otra persona lo merece menos.
  8. Efecto halo. Tendencia a creer que nuestras opiniones e impresiones sobre ciertas características en un sujeto u objeto dependen de la primera impresión que nos causa. Ejemplo: Si alguien nos parece físicamente atractivo, tendemos a presuponer que tiene más características positivas y estaremos más abiertos a descubrirlas.
  9. Miedo a la pérdida. Tratar de evitar un cambio por miedo a salir perdiendo. Ejemplo: Compra de casa en lugar de seguir alquilando, no hacemos la compra por miedo a luego no poder vender la casa de ser necesario. Existe la zona de confort, y nos cerramos la puerta a posibles mejoras en nuestra calidad de vida por el miedo a la pérdida después de tomada la decisión.
  10. Laguna de exposición. Repetición de conductas solo porque nos resultan familiares. Ejemplo: educar a nuestros hijos de la misma manera que lo hicieron con nosotros, solo por el hecho de que así lo hicieron con nosotros, sin cuestionarnos nada de esa educación, la reproducimos por imitación.
  11. De confirmación. Muy común. Tendencia a averiguar o interpretar la información que confirma preconcepciones. Solo vemos lo que queremos ver. Es enemigo de la filosofía, dado que refuerza constantemente las ideas que de manera automática hemos decidido creer a toda costa.
  12. De arrastre. Creencias de las personas cambian si una mayoría de personas piensa o cree algo diferente. Este sesgo es muy común, p.e. cuando hay concentraciones de personas y alguien empieza aplaudir, aunque no veamos una buena razón para ello, terminamos aplaudiendo porque la mayoría lo hace.

Los atajos mentales siempre están ahí y nos pueden conducir a errores y a interpretar la realidad de manera inadecuada.

Luchar por cambiarlos es tarea dura pero posible, no es sencillo, para iniciar es necesario tomar consciencia de ellos, ser más consciente de nuestras acciones y menos automáticos.

Si siendo conscientes los vemos muy limitantes, podría ser importante buscar apoyo profesional de un psicólogo, ya que pueden ser una gran barrera en la vida para posibles cambios en busca de una vida más feliz.

 Atrévse-a-ser-feliz.com