Harold Leandro
A todos los atletas del mundo el coronavirus COVID-19 les jugó una mala pasada, pues ya no pueden desarrollar su disciplina con normalidad.
Entonces, cada uno ha tenido que adaptar su entorno para ajustarse a las disposiciones sanitarias de recluirse en casa para evitar el contagio.
Si el objetivo es mantener el nivel de actividad física y realizar los entrenamientos lo más cercano a lo planificado implica ajustar lo que hay en sus casas. Este es el caso del paratenista José Pablo Gil.
Este deportistas sobre una silla de ruedas ha logrado, con mucho ingenio, convertir el garaje de su casa en un gimnasio, pues además de la pandemia, tiene claro que es uno de los ciudadanos en riesgo.
Gil tuvo un accidente de tránsito que lo dejó en silla de ruedas cuando estaba en la curva de alto rendimiento del tenis. Incluso, justo antes había sido tres veces seguidas la raqueta uno de Costa Rica en la Copa del Café.
En más, el percance ocurrió dos antes de viajar a Estados Unidos donde disfrutaría de una beca deportiva que le garantizaría una profesión.
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“Por mi accidente soy de la población en riesgo, pues tengo solo un pulmón, entonces he tenido que tener cuidado y además que venía de unos torneos internacionales que cancelaron, así qué haciendo la cuarentena y haciendo caso a todas las órdenes”, manifestó el paratleta tico, según explicó Olman Mora, periodista del Comité Olímpico Nacional (CON).
Gil Sabe que no puede salir de su casa por la cuarentena declarada por Ministerio de Salud. También tiene claro que no tienen a disposición una cancha de tenis, pues todos los espacios deportivos, piscinas, gimnasios, pistas de atletismo y hasta canchas de tenis, fueron cerrados para evitar la aglomeración de público.
Así las cosas, el paratenista trabaja doble turno desde el garaje de su casa ubicada en San Joaquín de Flores, Heredia.
Lo hace bajo la supervisión de su padre, Alejandro Gil, quien de paso es su entrenador en la parte física. Además de caminar dentro de casa y leer, el paratenista dice estar haciendo cursos en línea y aprovecha el tiempo con su familia y jugar con sus dos perros, Jagger (un bulldog) y Drako (terrier).
“He podido hacer un espacio acá en casa para trabajar la movilidad en silla de ruedas y también las partes abdominal y lumbar”, comentó Gil.
Agregó que para él es vital continuar con algún tipo de actividad física. “Como no puedo ir a una cancha de tenis, sigo con otro tipo de trabajos. Eso sí, es muy limitado y hay que hacer acomodos, pues en este momento nos toca hacer caso porque primero está la salud”, explicó.
Sostuvo que hay incertidumbre sobre el futuro del proceso en busca del boleto a los Juegos Paralímpicos Tokio 2020.
“La Federación Internacional de Tenis (ITF) canceló todos los torneos hasta junio, justo en la fecha de cierra la eliminatoria para las olimpiadas.
“Entonces, no queda más que esperar qué pasará. Yo estaba en media gira en Estados Unidos cuando pasó todo eso y me cancelaron tres torneos en este mes que eran muy importantes.
“Vamos a esperar a que toda esta emergencia mundial baje, por ahora, acatamos las normas del Ministerio de Salud”, finalizó Gil, quien ocupa el puesto 54 de ITF de Tenis en silla de ruedas.
Harold Leandro
