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Atleta y diseñadora busca ser la primera tica en conquistar el Everest; Warner Rojas la acompañará

Ser la primera mujer costarricense en alcanzar la cima del gigante monte Everest, en Asia, es el objetivo para el…

Por Paula Umaña

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Atleta y diseñadora busca ser la primera tica en conquistar el Everest; Warner Rojas la acompañará
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Ser la primera mujer costarricense en alcanzar la cima del gigante monte Everest, en Asia, es el objetivo para el cual la atleta y diseñadora gráfica, Ligia Madrigal, se prepara desde hace varios meses.

A la expedición la acompañará el veterano montañista Warner Rojas, el primer tico en conquistar el monte de más de 8.800 metros sobre el nivel del mar en el 2012.

La meta ya está trazada: primero subirán algunos de los montes más altos de México. Viajarán a Europa para conquistar el monte Elbrús y concluirán en el Nevado Ojos del Salado, en Chile. Luego de terminar el recorrido de entrenamiento, en mayo del 2021 Madrigal y Rojas se enfrentarán al Everest.

La atleta de 47 años busca completar la travesía por el Everest para abrir camino a más atletas ticas. Quiere ser un ejemplo para la población femenina costarricense, en el año en el que el país celebra 200 años de su independencia.

“También sé que puede que vayamos excelentemente preparados y al llegar ahí las condiciones del tiempo, el cuerpo o una lesión nos impida hacer la cima. La vida ante todo.  Pero estoy muy positiva”, dijo la ultramaratonista.

“Soy una mujer normal, tengo familia, trabajo y saco tiempo para hacer estas actividad. Ahí voy avanzando, sin miedo. Quiero transmitir eso, abrir la puerta para que otras mujeres montañistas, que aquí hay muy buenas, se decidan a tomar grandes retos así”, aseguró.

Rojas afirmó que quieren enviar un mensaje a la sociedad sobre el empoderamiento de las mujeres en el deporte.

A la travesía del Everest también asistirá el ciclista y esposo Madrigal, Federico Escalante. Él realizará la ruta de entrenamiento por México, Rusia y Chile, y será el encargado de documentar cada una de las escaladas.

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Ya no hay freno

Warner Rojas y Ligia Madrigal subirán el Everest en mayo del 2021. Fernanda, hija de Ligia, confía en que su madre podrá conquistar la cima. (Alonso Solano/El Observador)

Rojas y Madrigal se conocieron hace 20 años, cuando ella inició a practicar en los cerros de Escazú, lugar donde usualmente entrena Rojas. Luego de que el montañista subiera el Everest en el 2012, surgió con mayor fuerza la posibilidad de que la diseñadora lo replicara.

Pero el temor de su familia por los riesgos que conlleva subir el gran monte la frenó por unos años.

Fernanda, su hija de 11 años, contó a El Observador que tenía miedo a que su madre escalara el monte luego de ver una película sobre el Everest. Sin embargo confía en Ligia y sabe que tomará las mejores decisiones.

“La vida ante todo”, sentenció Madrigal, consciente de que en el 2019 murieron 10 personas en el intento de ascenso.

Condiciones difíciles

Las condiciones que ofrece el Everest no son para cualquiera. La preparación tanto física como mental debe ser la ideal para no flaquear en el intento de conquistarlo.

Frío extremo, cuerpos de personas fallecidas en el recorrido, días sin dormir y hasta alucinaciones forman parte del viaje que emprenderán Madrigal y Rojas en el 2021.

El entrenamiento es fuerte y se basa en trabajo de cuerdas, ejercicios con mochilas con peso, cardiovascular y fuerza. Rojas prepara a Madrigal en la parte técnica para recorrer las partes altas de las montañas.

La travesía no es de pocos días, no significa estar una o dos semanas dentro de la montaña nevada: en total se deben internar durante dos meses en el Everest para “aclimatar” el cuerpo.

En ese tiempo deberán bajar y subir varias veces de un campo a otro para acostumbrarse a la gran altura del monte y a las temperaturas extremas, que alcanzan hasta los 40° bajo cero.

“La falta de oxígeno hace que el riesgo sea mucho más grande en todo aspecto. Muchas veces por la falta de oxígeno no pensás adecuadamente. Hay que tener todo muy bien calculado”, explicó Rojas.

Aunque la experiencia de subirlo es “única”, Rojas reconoció que “le da un poco de miedo volver a pensar en el Everest”.

“Es única, te marca por siempre. Te lleva al extremo, al límite (…) Y no es broma, vamos a toparnos con cuerpos en el camino de ascenso, hay gente que está ahí y que son de referencia lamentablemente, y las cosas hay que hacerlas muy bien para no ser parte de esa estadística”, comentó el montañista.

Rojas y Madrigal subirán por la cara norte de la montaña.

Atleta experimentada

Ligia Madrigal es una atleta costarricense que ha conquistado los podios de importantes competencias a nivel nacional e internacional. (Alonso Solano/El Observador)

El entrenamiento para subir los más de 7.500 metros que mide el imponente Everest no ha sido fácil, pero Madrigal está acostumbrada a los retos y al deporte.

“Fui una niña muy hiperactiva. Desde los cuatro practicaba gimnasia, corría en la escuela, caminaba en las montañas con mi papá y hacía cuanta actividad se pudiera”, relató.

“Me llamaba la atención la montaña, no me daba miedo”, agregó. Ya corrió ultramaratones de hasta 350 kilómetros.

“He corrido carreras de 400 km en las que paso noches sin dormir. He corrido en los Alpes donde hay nieve y terrenos escabrosos”, mencionó.

Madrigal fue campeona del Marathon de Mountain Bike (MTB), 13 veces finalistas de la Ruta de los Conquistadores, y la primera costarricense en realizar 100 millas en MTB así como correr 100 millas y la Ultra Trail du Mont Blanc.

Su currículum, recorrido y logros la trajeron al camino que sube al Everest.

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