Educación

Aumentan denuncias, casos y víctimas por faltas de índole sexual en aulas del MEP

A inicios de octubre, las estudiantes del Conservatorio Castella llevaron su inquietud, malestar y lucha contra el acoso y abuso…

Por Manuel Sancho

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Aumentan denuncias, casos y víctimas por faltas de índole sexual en aulas del MEP
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A inicios de octubre, las estudiantes del Conservatorio Castella llevaron su inquietud, malestar y lucha contra el acoso y abuso sexual por parte de docentes públicos, a las paredes de su colegio. Colocaron consignas en sus muros y causaron un revuelo público, al punto que las autoridades de ese centro no quisieron dar declaraciones. Es un signo de un movimiento que crece. Pero también aumenta el mal: hay más casos en investigación por faltas de índole sexual por parte de funcionarios del Ministerio de Educación Pública (MEP).

Del 2015 al 2019, las denuncias contra profesores aumentaron notablemente. Las quejas interpuestas por posible acoso sexual subieron un 40%, de 143 a 238. Los actos indebidos de connotación sexual en ese periodo de cuatro años, fueron los que tuvieron mayor crecimiento de denuncias: un 67%. Las pesquisas por presunto abuso fueron menores, pero las denuncias también saltaron.

Las denuncias contra todas las faltas de índole sexual aumentaron. (Alonso Solano/El Observador)

Según los datos del MEP, solicitados por El Observador, la problemática es indudable: hay más víctimas, así certificadas por las autoridades. Bajo la lupa de los casos ya resueltos, entre el 2018 y 2019, la cantidad de estudiantes víctimas subió 48%, pasando de 174 a 258. Si hubo una leve baja en funcionarias que son víctimas.

Bajo la óptica de casos resueltos, la cantidad de víctimas aumentó. (Alonso Solano/El Observador)

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El MEP maneja datos desde el 2015, año en que se creó la Unidad de Procedimientos Especiales. Es decir el análisis y las acciones ante este flagelo contra menores de edad en las aulas de escuelas y colegios públicos son aún recientes. Para la jefa de la unidad, Dahianna Chacón, el aumento tiene dos aristas, una negativa y una positiva.

Por un lado, aseguró que las campañas de sensibilización y trabajo del MEP están dando resultados, pues las personas están más empoderadas para denunciar. “Una víctima que en su mismo centro educativo ve que una compañera denuncia y obtiene un resultado, puede decir ‘yo voy a denunciar porque sé que algo va a pasar’. Cada vez más personas se atreven a la denuncia”, dijo,

Por el otro lado, el Ministerio mantiene la preocupación por la cantidad de ofensores sexuales existentes en los centros educativos, y que aún no todas las personas se animan a denunciar. Chacón resaltó que con más acciones y voluntad de denunciar – como en el caso del Castella y las expresiones de las estudiantes – la entidad podrá reaccionar mejor y expulsar a los ofensores.

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Falta de detalles al activar protocolo

En la primera mitad del año, las estudiantes de las universidades públicas iniciaron un movimiento contra el acoso, ante los múltiples casos de profesores y otros funcionarios que hostigan a alumnas. Las autoridades no persiguieron todos los hechos. (El Observador)

A pesar de que las denuncias y el coraje aumentan, el MEP aún no cumple totalmente. Chacón defendió el intenso trabajo en capacitar al personal en las 27 Direcciones Regionales, para manejar y activar el protocolo en caso de situaciones de hostigamiento, abuso y cualquier otro acto indebido de índole sexual. La información se trasladó a los distintos niveles, supervisores, directores y más.

Pero la jerarca admitió que existe una “carencia” en cómo se aplican los protocolos. Para la Jefa de Unidad de Procedimientos Especiales, el problema no es el conocimiento del manual, sino su aplicación, que la información “no baja” y los procesos tras la denuncia no se realizan correctamente.

“Información importante para una correcta imputación (del ofensor) es obviada por la persona que recibe la información de parte de la víctima, lo cual genera atrasos que no deberían darse en la tramitación”, explicó Chacón.

El desfase más claro se da en centros educativos: una estudiante acude a la Dirección y Orientación a presentar su queja. El “Protocolo de actuación en situaciones de violencia física, psicológica, sexual, acoso y hostigamiento sexual” se generó en el 2016, con la idea de ser sencillo, que no se requiera demasiada profundidad y evitar revictimización.

Pero se requiere un registro correcto de la información. Por ejemplo, si una estudiante denuncia miradas lascivas o frases inapropiadas, la persona del colegio que activa el protocolo debe precisar cuántas veces se dieron los actos; en qué momentos; y otros. “Esos elementos nos permite hacer una correcta imputación de cargos”, mencionó Chacón, ante la importancia de ese primer momento.

La respuesta del MEP es mantener capacitaciones. Pero existe una enorme carencia de sensibilización en materia de género en el país. “Todavía uno puede escuchar en la calle, ‘qué ridícula esa mujer, porqué se enoja si le dicen hola linda‘”, comentó Chacón.

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MEP prefiere reubicación que suspensión

A finales del 2018, el entonces ministro Édgar Mora dio la instrucción a la Unidad de Procedimientos Especiales del MEP, para que los profesores denunciados por estudiantes por presunto abuso, acoso u otros actos de índole sexual, fueran suspendidos y no reubicados únicamente. Pero el mandato se revirtió.

La suspensión sin goce de salario es una de las medidas cautelares, junto al traslado, la reubicación en labores administrativas, entre otras. Las autoridades deciden según el caso. Pero se decantan por no suspender. Dahianna Chacón aseguró que tiene “menos implicaciones” la reubicación, para poder ubicarlo y notificarlo en el proceso.

“Cuando nosotros dictamos una suspensión con goce de salario, el problema es que esa persona desaparece de nuestra esfera de control. Cuando la medida cautelar se adopta previo a la acusación, esa persona tiende a esconderse para no ser notificada. (…) La más útil y conveniente es la reubicación, porque siempre voy a saber dónde está laborando y con eso me garantizo cumplir en los plazos”, señaló. Recursos Humanos giró esa instrucción verbal.

El mes pasado, El Observador informó que el MEP despedirá a un profesor sancionado dos veces por acoso en un colegio de Moravia, pero por el momento sigue reubicado. En cada caso se valora que esa persona no tenga contacto con estudiantes.

También se involucra al plano judicial. En setiembre, el Juzgado Penal de Coto Brus suspendió al director de la escuela Federico Gutiérrez, un hombre de apellido Ortega, investigado por presuntos abusos sexuales contra tres estudiantes.

200 despidos en cinco años

La cantidad de casos remanentes o en trámite aumentaron del año pasado a este. En el 2018 hubo 22 despidos. En lo que llevamos del 2019, solo han habido cinco.

(Alonso Solano/El Observador)

Entre el aumento de las denuncias, también se sintieron los efectos de las medidas cautelares del MEP. En cinco años, las autoridades han realizado 196 despidos de funcionarios, es decir un promedio de 40 por año, casi uno por semana.

(Alonso Solano/El Observador)

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¿Dónde se ubican las denuncias?

Según los datos del MEP, la mayor cantidad de denuncias se presentan en San José, con 265. Pero por Dirección Regional, Cartago es la que tiene mayores quejas.

Cartago es la Dirección Regional con más denuncias. (Alonso Solano/El Observador)

(Alonso Solano/El Observador)

El camino de una denuncia

  1. Una persona afectada puede denunciar en el centro educativo, ante las orientadoras o en Asuntos Disciplinarios del MEP
  2. Los centros están obligados a activar el protocolo
  3. La persona que atiende al estudiante debe completar los datos sin causar revictimización
  4. El centro lo eleva a Régimen Disciplinario
  5. También menores, madres y padres pueden presentar la denuncia en la Contraloría de Derechos Estudiantiles o en la Unidad de Procedimientos Especiales (creada para estos casos)
  6. En esos casos, el MEP llama a la víctima para tomar su declaración que completa la nota por escrito

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