Salud

Aumento poblacional de adultos mayores preocupa en prevalencia de trastornos cognitivos como el Alzheimer

En el marco de conmemoración del Día Mundial del Alzheimer (este lunes 21 de setiembre) es necesario recordar que Costa…

Por Elizabeth Rodríguez

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Aumento poblacional de adultos mayores preocupa en prevalencia de trastornos cognitivos como el Alzheimer
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En el marco de conmemoración del Día Mundial del Alzheimer (este lunes 21 de setiembre) es necesario recordar que Costa Rica, al igual que el mundo entero, están sufriendo una transición poblacional. La cantidad de personas adultas mayores está aumentando, entre otras razones, producto de mejoras en los sistemas de salud y estilos de vida.

Según el informe “Perspectivas de la población mundial 2019” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2050 una de cada seis personas tendrá más de 65 años, o sea un 16% de la población del mundo. Además se estima que el número de personas de 80 años o más se triplicará, de 143 millones en 2019 a 426 millones en 2050.

Datos del Ministerio de Salud indican que la prevalencia de trastornos de deterioro cognitivo y demencia es de un 5% a los 60 años, duplicándose cada 5 años, y se prevé que paralos 85 años, dicha prevalencia es de un 30%.

Una de las patologías más conocidas que aparecen con el envejecimiento es la Enfermedad de Alzheimer (EA) y es la principal causa de demencia por encima de los 65 años.

En nuestro país ocho de cada 100 habitantes tiene 65 años o más, y entre el 2008 y 2019 esta población aumentó en un 59%, según el II Informe Estado de Situación de la persona adulta mayor en Costa Rica.

“La EA es una enfermedad neurológica que afecta el funcionamiento normal de la cognición humana o por así decirlo, el lenguaje, la capacidad para orientarse en el espacio, la capacidad para reconocer caras u objetos, la memoria, el comportamiento social o la atención”, explicó Randall Pérez, neurólogo y coordinador de la Clínica de Deterioro Cognitivo del Hospital Calderón Guardia.

El doctor agregó que en los diversos servicios de Neurología del país se reciben cada año algunos pacientes que inician con la enfermedad a temprana edad, entre los 40 y 60 años.

Diagnóstico tardío

Durante años se ha utilizado indistintamente el término de demencia senil con el de enfermedad de Alzheimer y esto no es correcto, explicó Pérez, ya que la comunidad científica lleva años tratando de eliminar ese término.

“Demencia senil hace alusión a que con la edad es normal que aparezca una demencia. La salud cognitiva es vital a cualquier edad; que un adulto joven comience con síntomas demenciales es igual de preocupante a que un adulto mayor comience con síntomas de una enfermedad de Alzheimer”, aseguró el especialista.

Estos mitos y la desinformación provocan que el diagnóstico de la enfermedad se realicen de manera tardía, ya que cuando el adulto mayor comienza con síntomas, los allegados lo consideran normal y tardan años en buscar ayuda.

El hospital Calderón Guardia cuenta con la única clínica a nivel nacional diseñada para la atención de pacientes adultos jóvenes que comiencen con síntomas de la enfermedad.

La Asociación Costarricense de Alzheimer y Otras Demencias Asociadas (Ascada) realiza un gran esfuerzo para el apoyo de estas enfermedades. (CCSS)

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¿Cómo inicia?

José Luis Ortiz, médico especialista en la EA, agregó que no existe una causa determinada por la que se presente la patología. Sin embargo, los factores de riesgo como la edad, los antecedentes familiares, así como los médicos (hipertensión, diabetes, obesidad, tabaquismo) pueden ayudar a que la enfermedad se desarrolle rápidamente.

Así mismo, existen estudios de prevalencia los cuales indican que la enfermedad es más común en mujeres que en hombres. El nivel educativo y la nutrición también afectan tanto en el diagnóstico como en el desarrollo de la misma.

La pérdida de la memoria es la presentación más común de la enfermedad pero de igual forma las personas pueden experimentar síntomas iniciales y progresivos como:

  • alteraciones en el lenguaje
  • desorientación en los espacios
  • cambios en el comportamiento y en la atención
  • alteraciones para reconocer caras u objetos
  • alteraciones pronunciadas en el manejo de las emociones.

Hasta la fecha, no existe ninguna cura en el mundo, sin embargo, para etapas iniciales de la enfermedad, se recomienda recibir rehabilitación cognitiva diseñada por un neuropsicólogo.

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