Juan Pablo Arias
La caída en la producción al cierre del 2020 será de un 4,5%, informó este sábado el Banco Central.
En abril, con los primeros efectos de la pandemia sobre la economía, se estimó que la economía costarricense cerraría el 2020 con un decrecimiento del 3,6%; más tarde, en julio, el pronóstico se deterioró hasta una caída del 5%.
La nueva estimación fue actualizada al final de la tarde del sábado por el Banco Central con la publicación del Informe de Política Monetaria
La cifra pronosticada profundiza la caída en 6 puntos porcentuales respecto a la estimación original que hizo la entidad en enero pasado, como consecuencia de la crisis por la pandemia de COVID-19.
De acuerdo con registros históricos del Banco, la caída en la producción será la de mayor magnitud desde la registrada en 1982, y la segunda peor desde 1950, año en que iniciaron las estadísticas oficiales de las cuentas nacionales..
En anteriores ocasiones, Cubero resaltó que la pandemia llegó en un momento en que el desempleo nacional se ubicaba en un nivel históricamente alto, lo que facilitó que el indicador que se acentuara durante la crisis.
Para el 2021, el Banco Central prevé una recuperación generalizada que alcanzaría para un crecimiento superior de 2,6% del PIB, cifra superior en 0,3 puntos porcentuales al anuncio de julio.
La institución advirtió que pese al desempeño ligeramento mejor, “no debe nublar la profunda dimensión económica y social de la crisis que atravesamos”, afirma el comunicado.
Coyuntura del país
Para el Central, la mejora en la actividad económica, en especial en las economías desarrolladas, brinda indicios de que pasó lo peor. Esto a pesar de los confinamientos intermitentes por nuevos rebrotes.
La rápida recuperación, las bajas tasas internacionales y los precios favorables de materias primas, como el petróleo, son elementos favorables para el país.
No obstante, la incertidumbre generada por la pandemia provocó aumentos en los rendimientos de deuda externa de los mercados emergentes. Esto incluye a nuestro país.
Para el Banco Central, el ritmo de decrecimiento en indicadores como el Índice Mensual de Actividad Económica (Imae) es menor. El Imae registró una caída en mayo de 28,8% y desde entonces su ritmo de caída es menor.
Otros indicadores, como los alquileres y la ocupación hotelera, mostraron una recuperación, aunque sin llegar a los niveles de enero.
El Banco lamentó también que por la pandemia no se logró la reducción del desequilibrio fiscal. Por el contrario, la contracción económica golpeó fuertemente la recaudación fiscal, así como la moratoria de impuestos aplicada a los hogares.
Proyecciones macroeconómicas
De acuerdo con el informe, se espera un escenario macroeconómico externo e interno un poco más favorable de lo previsto en julio.
- Se estima que el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos se ubicaría en 2,9% y 3,3% del PIB en el 2020 y 2021, respectivamente.
- En la cuenta financiera para el bienio 2020-2021 se prevé una caída en el ingreso
neto de recursos con respecto al 2019, afectado principalmente por los menores flujos de inversión directa. - El saldo de los activos de reserva se ubicaría en 14,5% del PIB para el final del
2020,. En el 2021, el repunte se espera un incrementaría a 15,6% del PIB. - Inflación se mantendría baja para lo que resta del 2020 y en el 2021, con tasas promedio de 0,7% y 1,5% respectivamente.
