En el primer semestre del año 2022 se consolidó el proceso de recuperación en la mayoría de las actividades económicas, luego de la contracción observada en los años 2020 y 2021, informó la noche de este jueves por el Banco Central de Costa Rica.
Para ese plazo, el Índice mensual de actividad económica (IMAE) alcanzó un crecimiento medio de 6,5%.
En ese periodo sobresalieron los servicios de hoteles y restaurantes con una tasa de variación media a junio de 2022 de 51,1%.
En buen desempeño responde a un mayor ingreso de turistas y a la mayor confianza en el consumidor nacional para visitar este tipo de negocios, dado el aumento en la cobertura de la vacunación.
Pese a ello, el Banco Central estima que la actividad aún resulta afectada por las consecuencias económicas de la pandemia de covid- 19.
En el primer semestre también destacaron los servicios de transporte y almacenamiento, cuyo crecimiento medio (23,3 %) está asociado a la recuperación de la actividad económica.
Asimismo, los servicios empresariales provistos por empresas del régimen definitivo (sin incentivos fiscales) mostraron un crecimiento medio de dos dígitos, por el dinamismo de la actividad de agencias de viajes como consecuencia del mayor ingreso de turistas al país (turismo receptivo).
Entre las actividades con crecimientos medio de dos dígitos también están los servicios de información y comunicaciones, única actividad productiva que no enfrentó contracciones por la pandemia.
Malos resultados
Otras actividades como la construcción con destino público, los servicios de administración pública y la actividad agropecuaria decrecen durante el primer semestre del 2022 en comparación con el primer semestre del año inmediato anterior.
En particular, la construcción con destino público ha decrecido interanualmente desde diciembre del 2017 como consecuencia de reducciones en proyectos de carreteras, caminos, puentes, obras de generación eléctrica, acueductos, alcantarillados, edificios, entre otros.
En el caso de la actividad agropecuaria, esta acentuó la desaceleración mostrada desde agosto de 2021 y, partir de febrero de 2022 convergen otros factores como la menor demanda externa de productos agrícolas por las tensiones geopolíticas asociadas al conflicto entre Rusia y Ucrania.
Por último, la administración pública, decrece por la aplicación de la regla fiscal que limita el crecimiento del gasto público.