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Popcorn506 para El Observador
El recurso de la nostalgia sigue funcionando, sobre todo en algunas plataformas como Netflix. No es ningún secreto: los años 80 son una cantera de ideas irresistible para un número gigante de espectadores que, en distintas fases de su infancia y juventud, se aficionaron a la pantalla grande y pequeña.
En ocasiones, como Stranger Things o Dark, los éxitos vinieron ubicando las nuevas producciones en aquellas épocas y aquellos estilos.
Pero, otras, como la que hoy nos trae aquí, son rescates directos de los éxitos originales, aquellos que sorprendieron y abrumaron al público y que, en la actualidad, se pueden considerar títulos de culto. Sí, hablamos de Beverly Hills Cop.
1984, un año inolvidable
Para situarnos en contexto, hay que recordar que 1984 fue uno de los mejores años en lo que se refiere al cine comercial de Hollywood y, consecuentemente, al de gran parte del mundo.
Aquel año se estrenaron muchas películas que todavía siguen siendo referencia hoy en día. Solo con pensar que, durante semanas, compartieron cartel películas como Indiana Jones and the Temple of Doom, The Terminator, Ghostbusters, Gremlins, Karate Kid, Footloose o Police Academy…
Acción, romance y, sobre todo, mucha comedia, que, finalmente, era el género que compartía la mayoría del público.
En este género, la palma se la llevó Beverly Hills Cop, una película protagonizada por Eddie Murphy, que ya era una de las mayores estrellas en aquellas tierras.
Los trabajos de Murphy se caracterizaban por su potente carisma, en el que era capaz de compaginar un humor muy directo y personal con otros elementos que compensaban la escena.
Unos años antes, había deslumbrado con su papel en 48 hours, junto a Nick Nolte, estatus que consolidó después con Trading Places, en esta ocasión al lado de Dan Aykroyd.
Pero Beverly Hills Cop fue la película en la que se aupó como estrella única, faro indiscutible de un film que originó una saga mítica en Hollywood.
40 años no son nada
Cuatro décadas desde que se estrenó la primera y tres desde que se estrenó la tercera y penúltima.
No parece que haya pasado tanto tiempo, y menos al ver la nueva entrega, en parte, porque fueron películas tan fáciles de disfrutar y de repetir que todos las hemos visto decenas de veces, queriendo o sin querer.
Pero no hay que olvidar que Eddie Murphy fue un grande y aún mantiene gran parte de ese carisma que lo llevó a encandilar a la cámara en los 80.
No queremos engañar a nadie, a Murphy se le nota el paso de los años, algo que también hemos visto en alguna de sus últimas apariciones, como Coming 2 America o Dolemite.
Pero esa mirada y esa sonrisa cómplice ante la cámara no la va a perder nunca. Y si a esto le juntamos los escenarios llenos de palmeras, las calles amplias de Los Ángeles con deportivos y gente guapa, y la música inolvidable de la saga, la magia está hecha.
Lo que esperamos y nos gusta
Aquí no hay nada demasiado original. Axel Foley vuelve a Los Ángeles para investigar un caso de corrupción policial en el que se ha visto involucrada su hija, una abogada con la que lleva años sin hablarse.
Este pequeño conflicto sirve de contrapeso ante el imparable ímpetu que el señor Foley sigue teniendo entre los más relajados policías californianos.
No faltan rostros conocidos de la época original como Judge Reinhold o John Ashton. Y otros más actuales como Joseph Gordon-Levitt y Kevin Bacon, que sin duda son un ingrediente extra que añade un plus.
Ese conjunto y equilibrio en el reparto es un acierto que acompaña durante el transcurso del film de un modo agradable y complaciente.
Igualmente, las dosis de humor y acción van alternándose y animando la historia que, por otra parte, no se hace para nada larga. Por suerte, no cae en la nueva moda de alargar los filmes hasta el agotamiento y aquí nos sigue dejando por debajo de las dos horas.
Aunque ya no sea la novedad fresca de los años 80, y aunque su mayor crédito sea, deliberadamente, la nostalgia, Axel F es una propuesta muy agradable para estas vacaciones de medio año, y, probablemente, la mejor de la saga después de aquella original que se estrenó hace tan poco tiempo como cuarenta años.
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