Avenida O

Black Bird

@Popcorn506 para El Obsevador No cabe duda de que el género de los crímenes y de las investigaciones, sean reales…

Por Blog

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Black Bird
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

@Popcorn506 para El Obsevador

No cabe duda de que el género de los crímenes y de las investigaciones, sean reales o no, es uno de los que mejor funcionan en la actualidad. Series de la edad de oro que hoy en día se consideran clásicas, como Fargo o True Detective, fueron culpables de una gran cantidad de horas de visionado y debates de millones de personas, pero también títulos influyentes para producciones que siguen surgiendo, similares o alejadas, y en la mayoría de las ocasiones muy placenteras.

Black Bird sigue la estela de esas series. En esta ocasión, producida por Apple, está respaldada por un enorme talento a la hora de narrar y, sobre todo, su conjunto de actores principales, que alcanzan un nivel de carisma y personalidad arrasador.

Es complicado vender esta serie, pero vamos a tratar de hacerlo, ya que puede que sea uno de esos títulos ocultos de 2022 que mucha gente puede dejar pasar y lo mejor sería no hacerlo.

Y decimos que es complicado porque, para empezar, nos cuesta mucho diferenciarla de títulos anteriores. Black Bird tiene mucho que ver con series como la primera temporada de True Detective o con la precozmente cancelada Mindhunter. Es cierto que tiene matices que la distancian, pero es lo menos evidente entre las líneas gruesas cuando la trama avanza.

Esto puede ser todo un imán para los amantes de estas series y, a la vez, un handicap terrible, ya que pone el listón demasiado alto. Esos dos títulos son sobresalientes y no todas las series alcanzan esa altura. Black Bird se acerca mucho. Tal vez sea pronto para juzgar esto, ya que apenas ha terminado y todavía no ha dado tiempo a reposar su digestión. Pero nadie va a poder negar que tiene algunos aspectos que la convierten en una producción a la que hay que seguir de cerca.

James Keene, al que muchos llaman Jimmy y no le gusta que le llamen Jimbo, es un joven triunfador que se dedica al tráfico de drogas de un modo muy lucrativo. Su nivel de vida es muy alto y llega un momento en el que se considera intocable. Pero acaba detenido y con una larga condena en la cárcel, algo que le cuesta asumir. Afortunadamente, el FBI le ofrece pactar una reducción de su condena si acepta trasladarse a otra prisión, hacerse amigo de Larry Hall y conseguir que este asesino en serie le cuente dónde ha enterrado los cuerpos de sus víctimas.

El formato de miniserie resulta muy adecuado para esta historia, ya que por su complejidad quedaría demasiado apretada en una película, y tampoco da juego ni necesita asumir más temporadas con los mismos personajes. Otra cosa es que sus creadores, con buen tino, deseen abordar historias similares en los siguientes años, sin mayor hilo conductor que el tono y el estilo, que son uno de los grandes aciertos.

Además, también está destacando la muy acertada interpretación de sus dos personajes protagonistas, tanto Taron Egerton en la piel de Keene, como Paul Walter Hauser en la del trastornado asesino. Son como la noche y el día, y mientras el primero consigue transmitir un carisma especial que hace que, incluso siendo un personaje poco recomendable para una amistad cercana, resulte atractivo por sus cualidades positivas, el segundo llega a resultar tan repugnante que uno empieza a dudar si Hauser ha caído en la sobreactuación o no. Sin duda, su figura es una de las causas por las que más se va a recordar Black Bird.

De un modo más secundario hay otros dos actores a los que tampoco queremos olvidar. Greg Kinnear ejecuta a la perfección un papel un poco menos destacado en la piel del detective Brian Miller, y su presencia ante la cámara le da una consistencia muy poderosa al reparto. Pero, sobre todo, tenemos que destacar, emocionados, el increíble papel que hace Ray Liotta como padre de Jimmy. No es un papel principal, sino que sus apariciones se van repartiendo mesuradamente, pero el nivel que alcanza es realmente espectacular.

En definitiva, Black Bird es una serie que va a seguir llamando la atención de los espectadores que se vayan pasando por ella y, aunque no esté logrando la repercusión de otras series similares en otras plataformas, va a poder quedarse como una referencia en el género de las series de crímenes y detectives.