Brendan Fraser se redimió la noche de este domingo después de años y años de permanecer en la oscuridad, olvidado por Hollywood.
El actor ganó el Oscar como mejor actor por su actuación de Charlie en ‘The Whale’ (La ballena).
En esta cinta, Fraser de 54 años se mete en la piel de un profesor gay con obesidad mórbida.
Charlie no solo debe luchar contra los problemas de su obesidad sino que busca reconstruir su relación con su hija.
Su discurso -con la voz entrecortada- movió las fibras de los presentes en el Dolby Theatre.
¿Por qué estuvo en lo más bajo?
Pero también reflejó a un hombre que se ha reconstruido con humildad después de que estuvo en el olvido en las grandes producciones.
Fraser ya había dado de qué hablar cuando aseguró que no iría a los Globos de Oro tras las acusaciones de racismo y poca diversidad en la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood (HFPA) que organiza los galardones.
“Mi madre no crió a un hipócrita. Podrán llamarme muchas cosas, pero eso no”, declaró a la revista GQ.
Y es que él no le perdona a la HFPA que su presidente -según denunció el propio Fraser- lo acosó y hasta tocó el trasero.
En una gala de los Oscar del 2010, Fraser se convirtió en el hazmerreír de sus colegas por aplaudir de un modo algo ridículo un chiste de Robert de Niro.
Adicionalmente, su nombre -ligado a cintas de comedia- ya no suponía un rédito comercial importante. La industria no lo respetaba. En años recientes participó en títulos que pocos recuerdan.
Pero el director Darren Aronofsky lo quería a él para el papel de Charlie, a quien en la película le queda poco tiempo de vida.
Esto publicó la revista ELLE sobre Fraser no hace mucho:
“Fraser no da crédito a lo que le está pasando. Cuando le nominaron al Oscar, dijo que se tendría que comprar un traje nuevo porque no lo asimilaba.
”Cuando participó en un encuentro con alguno de los candidatos al Oscar, se echó a llorar según Key Huy Quan (‘Todo a la vez en todas partes’).
“Allí le dijo que fíjate, todo lo que habían pasado, el declive de su carrera, la rumorología, cuando les habían descartado, y ahí estaban sentados en la mesa de los Oscar”.
La noche del domingo, Hollywood le hizo honor a quien honor merece por su regreso a la gran pantalla… y de qué manera: con un Oscar.