Josué Alvarado
Las ventas de combustible de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) no han alcanzado todavía los niveles previos a la pandemia de covid-19.
La composición de las ventas también cambió. Ahora se consumen más litros de gasolina regular que en el 2019, pero en contraposición, cayó la venta de la gasolina súper, que tiene un mayor precio en las estaciones de servicio.
Para el director de la Cámara de Empresarios del Combustible, José Masís, el aumento en el precio de todas las gasolinas podría estar provocando que los clientes busquen la opción más barata.
Si bien Recope provee combustibles a otros clientes como instituciones públicas y aeronaves, las gasolineras siguen representando la mayor parte de su colocación.
Números no se recuperan
En los primeros siete meses del 2019 Recope vendió más de 1.503 millones de litros de todos los combustibles. La cifra del 2022 para el mismo periodo llegó a 1.484 millones, todavía por debajo.
José Masís comentó que el 2020 fue “caótico” en medio de las restricciones a la movilidad. En el 2021 hubo una recuperación y en este 2022 “estamos en una mejor posición pero por debajo de la normalidad”
Solo la gasolina súper representa una venta menor de 44 millones de litros menos en comparación con el 2019.
Para el 2022 el consumo de diesel mostró un leve aumento de seis millones de litros si se compara con antes de la pandemia.
Las ventas de Recope de gasolina regular también incrementaron en litros, pero no lo suficiente como para llenar el vacío que genera la súper.
La diferencia es de casi 19 millones de litros entre un año y otro.
El cambio de súper a regular
Las estaciones de servicio han experimentado esta intención de los costarricenses por dejar de consumir gasolina súper e inclinarse por la opción más barata.
Actualmente la diferencia del precio por cada litro de gasolina regular (¢1.078), en comparación con la super (¢1.101) es de ¢23.
El director de la Cámara de Empresarios del Combustible pidió precaución. La gasolina regular no es recomendable para aquellos vehículos con motores de alta compresión y señaló que con el tiempo podría generar daños.
"Lo más serio sería que lo estén haciendo sin consulta técnica (...) Consumir regular en lugar de súper porque así lo quiero yo y porque así lo necesita mi vehículo, puedo dañarlo sistemáticamente", comentó.
