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Cámara de Restaurantes reporta 8.550 negocios cerrados y 121 mil desempleados

Este jueves, la Cámara Costarricense de Restaurantes (Cacore) actualizó las cifras de afectación del sector: ya se contabilizan 8.500 negocios…

Por Paula Umaña

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Cámara de Restaurantes reporta 8.550 negocios cerrados y 121 mil desempleados
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Este jueves, la Cámara Costarricense de Restaurantes (Cacore) actualizó las cifras de afectación del sector: ya se contabilizan 8.500 negocios cerrados, en su mayoría pequeñas y medianas empresas, así como unas 121.000 personas desempleadas, derivado de la crisis por el coronavirus.

Antes de la pandemia, al gremio lo conformaban alrededor de 19.000 restaurantes y 228.000 personas trabajadoras, con un aporte aproximado al Producto Interno Bruto (PIB) del 1,76%, indicó Cacore.

Sin embargo conforme pasan los meses, más restaurantes y negocios afines se unen a la lista de cierres temporales y definitivos.

La vocera de la Cámara, Clemencia Palomo, explicó que San José y Puntarenas son las provincias más golpeadas con el cierre de restaurantes y sodas. Palomo indicó que la encuesta levantada dentro del gremio, finalizada el pasado 25 de abril, arrojó los siguientes datos:

  • 55% de los restaurantes continúan abiertos
  • de los negocios abiertos, el 69% tiene planillas menores a 25 personas, 13% de 26 a 50 colaboradores
  • el 53% de los restaurantes han tenido que despedir personal
  • un 27% de los restaurantes abiertos actualmente no logran números positivos, por lo que no descartan cerrar sus puertas en los próximos meses
  • se estiman 121.000 despidos en el sector desde el inicio de la crisis (12.000 personas en 30 días)

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Apertura fines de semana

Cacore dio sus estimaciones tras una encuesta en el sector. (Transmisión)

Los comerciantes del sector restaurantero se vieron sorprendidos luego que Salud no los incluyera dentro de las flexibilizaciones para iniciar, poco a poco, a reactivar la economía.

Días atrás, Palomo aseguró a El Observador que tenían certeza de que los dejarían abrir fines de semana para atención al público, o al menos habilitar la opción de que los clientes pudieran ir a recoger el pedido.

Las nuevas medidas no incluyeron ni a los negocios del sector comercio ni restaurantero, que los fines de semana deben recurrir a los servicios a domicilio para poder realizar ventas.

Aún así, dijo Palomo, gran parte de los pequeños restaurantes no han logrado acceder a estas plataformas o a motorizados, lo que ha afectado aún más los ingresos. “El sector de restaurantes está muriendo. Sentimos que esta es la muerte lenta del sector de restaurantes, pero no vamos a detenernos”, señaló la vocero en conferencia de prensa.

Francisco Soto, directivo de Cacore, aseguró que a pesar de que el sector cumple con todos los protocolos de higiene e inocuidad, están trabajando en unos lineamientos para la prevención de COVID-19 y continuidad de negocio, que esperan presentar al Ministerio de Salud en los próximos días.

“Hemos ido más allá de las normativas nacionales y estamos trabajamos en lineamientos siguiendo las guías de organismos internacionales, gobiernos y cámaras de restaurantes de países que están reactivando los negocios de este sector”, afirmó el directivo.

“Necesitamos habilitar el horario de trabajo de restaurantes y soda, de lunes a domingo, conforme a las disposiciones de restricción vehicular y horario. La habilitación de los establecimientos incluiría las tres modalidades de ventas; servicio a la mesa, respetando la capacidad máxima del 50% de ocupación, servicio de entrega en el mostrador o al vehículo y servicio de entrega a domicilio”, agregó Palomo

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Dificultad con patentes y otros

En la encuesta, 83% de los empresarios de restaurantes indicaron que se han tenido que acoger a moratorias para poder sobrevivir.

Poco más del 68% del sector considera que el Gobierno central y las municipalidades no han hecho lo suficiente por ayudar a los pequeños y medianos restaurantes.

Esto, porque el pago de patentes, la dificultad de acceder a financiamientos y el corto plazo en que se establecieron las moratorias de servicios públicos es parte de lo que ahoga al sector en media crisis por COVID-19.

Los empresarios hicieron un llamado a los grandes arrendadores e inmobiliarios a llegar a acuerdos con los arrendatarios, puesto que los altos alquileres no se han modificado en gran parte de los casos.

La Cámara urgió a la Asamblea Legislativa a aprobar el proyecto de flexibilización de jornadas laborales.