Caso de Valentina: una agresión en video, "famosos" que se pronunciaron y hasta regalos a ella... una lectura sociológica de este hecho

La agresión que sufrió Valentina en un bus escolar en la Palmera, en San Carlos -el pasado 27 de junio-, puso en relieve diferentes elementos que retratan una alteración en las normas básicas de convivencia en Costa Rica.

Así lo resume el sociólogo Carlos Sandoval de la Universidad de Costa Rica (UCR), quien considera que en este hecho salieron a relucir:

Polarización, continua descalificación y poca tolerancia a la diferencia
Normalización de la violencia verbal y física
Capitalización de la desgracia ajena (que también viene con dosis de morbo)

Sandoval explica que los casos de bullying y maltrato -como el que sufrió Valentina y también muchos otros jóvenes más en el tiempo- dan cuenta de una incapacidad de la gente por entenderse mejor.

Y esto no solo viene desde la casa, sino desde diferentes estamentos como el social, en los centros educativos entre compañeros y hasta desde la política.

“Hay una forma hostil y violenta que se ha convertido en una especie de escuela en el día a día. Y esa actitud, como por ejemplo la de nuestros líderes, es asumida por la gente como parte normal de las relaciones humanas.

“Y es entonces cuando se dan por válidas las descalificaciones y los ataques. Lo más triste es que hemos perdido capacidad de asombro con todo tipo de violencia”, apuntó.

Grabar y grabar: un “espectáculo sórdido y morboso”

Sandoval también hizo hincapié en la necesidad que tiene mucha gente en grabar en video diferentes sucesos, lejos de ayudar o mediar para evitar que el escenario de violencia escale o se intensifique.

Sin entrar a calificar la actuación de la adolescente que grabó a Valentina mientras era agredida por un menor identificado como Gerald, el académico de la UCR considera que este tipo de episodios se convierten en un “espectáculo”.

Incluso calificó dicho “espectáculo” en algo “sórdido y morboso” que se viraliza en redes sociales, espacio donde cualquier hecho adquiere notoriedad.

Y esa capacidad de asombro (o de enojo, inquietud o tristeza de la que hablaba Sandoval antes) no existe en este caso, porque las personas están más atentas a grabar que a reaccionar para ayudar.

El también profesor en la UCR destaca que hay una desconexión con la situación del otro. Es una pérdida de empatía que se anula ante la necesidad casi imperiosa por viralizar las imágenes.

El papel de las figuras públicas

Y es entonces cuando entran en escena las figuras públicas.

Desde que se conoció el video de la agresión contra la adolescente, numerosas personalidades nacionales -especialmente de la televisión y la moda- se pronunciaron sobre el hecho.

Todas condenaron la violencia de la que fue blanco la menor, al tiempo que algunos de ellos recordaron episodios de bullying que sufrieron en la escuela o colegio.

“Aquí es cuando las figuras públicas procuran capitalizar y hacerse notar como personas preocupadas y que, usualmente, no se manifiestan en otras situaciones o escenarios. Estas personas lo que buscan es capitalizar con la desgracia ajena”, destacó.

Él puso como ejemplo aquellos jóvenes que viven con enormes carencias y dificultades en diferentes partes del país, sin que reciban un apoyo digital de estas personas por una simple razón: no son casos virales como el de Valentina.

Desde un perro hasta comida y dinero

“Se viralizó porque se hizo mediático, porque si no se viraliza la gente no se pronuncia. La capacidad de solidaridad está vinculada con un acto viral”.

Lo anterior resumen a criterio de Sandoval los actos de “ayuda” que se han registrado en las últimas horas, una vez trascendió el video.

Un miembro de la Federación Canina llegó con un pastor alemán de varios meses y el dueño de un restaurante en Heredia anunció que le regalaba dinero en efectivo y un año de comida gratis.

“Capitalizar a partir de la desgracia ajena no es sostenible en el tiempo. Pero, además, se necesita mejor modestia. Esos actos ‘espontáneos’ no le cambian la vida a alguien. La gente que realmente ayuda lo hace en silencio y a causas con más impacto”, argumentó.

Finalmente, Sandoval reiteró la importancia de que como sociedad -dijo- nos veamos en estos espejos para romper con la “normalización” de la violencia desde las casas y hasta espacios públicos y políticos.

“El desacuerdo no implica violencia. Hay que reconocer que siempre habrá diferencias pero no se vale vulnerar los derechos de otra persona… y este mensaje es para todos en este país”, finalizó.

Últimos hechos

El Ministerio de Educación Pública abrió una investigación contra el joven sospechoso del ataque, otros estudiantes que viajaban en el bus escolar así como contra el director y la orientadora del centro educativo. En estos últimos casos por la supuesta inacción en el caso debido a la entrada de vacaciones.
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) anunció la apertura de una investigación en contra del empresario a cargo de la buseta estudiantil donde ocurrió la agresión. Esta investigación se hará contra un hombre de apellidos Céspedes Salas, quien tiene el permiso para el traslado de estudiantes en el colegio de la Palmera.
También se analizará la actuación del chofer de la unidad.
Al joven sospechoso se le impuso una serie de medidas, entre ellas:

Cambio de domicilio y, mientras tanto, deberá permanecer en un albergue del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Traslado de centro educativo.
Prohibición de amenazar, contactar o acercarse a la víctima.