Elizabeth Rodríguez
La distribución de mascarillas quirúrgicas descartables “no médicas” que realizó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a toda la red de centros médicos, a finales de junio, provocó una ola de disputas entre la institución y uno de sus sindicatos.
Según el gerente de logística de la CCSS, Fernando Porras, la Comisión Técnica de Normalización y Compras de Implementos y Equipo Médico Quirúrgico gestionó la compra con carácter de emergencia, y fue revisado por profesionales de enfermería en diferentes centros.
La Auditoría Interna de la CCSS inició un proceso para conocer las compras de la institución durante la pandemia.
Este martes en conferencia de prensa, el presidente Román Macaya dijo que se referirá a los resultados de esta auditoría hasta el próximo viernes, luego de analizarlo el jueves en la sesión de junta directiva.
Según informó el diario La Nación, la Auditoría pidió abrir procedimientos administrativos y realizar sanciones por la compra de 700.000 mascarillas para proteger a sus funcionarios, pero que era de uso no médico.
La rotulación en la caja de las mascarillas adquiridas por la CCSS decía “non-medical”, no apta para uso médico. (Archivo)
En días anteriores, Macaya expresó que le parecía positivo que el Ministerio Público también iniciara una investigación sobre estas compras.
“La CCSS es una institución que está comprometida en la atención de la pandemia por COVID-19 siempre apegada al marco jurídico y normativo vigente”, agregó el jerarca.
De igual forma, Macaya indicó que la institución desarrolla medidas para fortalecer la transparencia, la rendición de cuentas y el monitoreo de compras.
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Elizabeth Rodríguez
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