Decreto de emergencia de trasplantes dejó por fuera a la CCSS pese a pérdida de órganos por falta de personal

El decreto de emergencia que emitió el Ministerio de Salud en febrero para atender la crisis de trasplantes de órganos, dejó por fuera a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), por lo que no se solucionan los problemas provocados por la falta de personal hospitalario que pueda llevar a cabo las cirugías.

Así lo denunció la Fundación “Vida Nueva Donación y Trasplantes”, una organización dedicada al acompañamiento y apoyo de personas que urgen de un trasplante para seguir viviendo.

“Pensábamos que ese decreto iba a beneficiar a los pacientes, pero solo abarca al personal del Ministerio de Salud, que lo que hace es tomar las llamadas al hospital, pero al no abarcar la Caja no se sabe si va a haber un equipo de especialistas que realice el trasplante”, dijo a El Observador Rosibel Arrieta, presidenta de la fundación.

Si se toma en cuenta que la lista de candidatos a la espera de un órgano, cada hígado, riñón o córnea resultan vitales y su pérdida, una situación desastrosa, agregó Arrieta.

En la CCSS aseguran que los programas de trasplantes que llevan adelante tienen resultados positivos, sin embargo no detallan si el decreto ha tenido efectos directos en su gestión, y tampoco dan a conocer los números comparativos previos y posteriores al decreto.

Decreto solo para el Ministerio de Salud

El problema es que el decreto N° 41609-S , publicado en La Gaceta del 12 de abril pasado señala que las personas que trabajan en donación y trasplantes “deben encontrarse disponibles las 24 horas del día, los 365 días del año, para encargase de la distribución de los órganos a las personas que lo requieran, así como del control de vectores de malaria a nivel nacional”.

Esto hace que en la CCSS se sientan liberados del decreto, y tras consulta de este medio su oficina de prensa sostiene que ya existe una modalidad de pago para los operativos de trasplante dirigida al médico, así como al equipo requerido, es decir, enfermeros, microbiólogos, anestesiólogos y demás profesionales involucrados en un trasplante.

“Adicional se cuenta con especialistas en disponibilidad que de acuerdo con la normativa institucional deben atender estos eventos”, indicó la institución en su respuesta.

Sin embargo, en la Fundación Vida Nueva se basan en el oficio DSS-SETDT-33-2018 de la Secretaría Ejecutiva Técnica de Donación y Trasplantes de Órganos y Tejidos del Ministerio de Salud para señalar que las cosas no son como las apunta la Caja.

En el documento se detalla que entre febrero del 2017 y noviembre del 2018, se perdieron ocho órganos de 21 que no fueron recibidos por pacientes.

Si bien el informe se emitió previo a la declaratoria de emergencia, sí deja en evidencia, con datos del propio Ministerio de Salud, que una de las causas de pérdida de órganos es la falta de personal en los hospitales, de acuerdo a los datos vertidos en el mencionado oficio y que facilitamos a continuación:

Estos son los casos de órganos perdidos por falta de personal:

1. El 28 de febrero del 2017 se perdió un órgano por falta de disponibilidad del personal.
2. El 6 de mayo, el Hospital Nacional de Niños señala que no había cirujano disponible para otro trasplante.
3. El 16 de setiembre, el Hospital Nacional de Niños avisa que hay “inopia de personal” por lo que se perdió otro órgano.
4. El 17 de octubre, de nuevo en el Hospital Nacional de Niños se señala “inopia de personal”.
5. El 6 de noviembre, el Hospital México registra la pérdida de otro órgano porque no hubo “respuesta al personal llamado”.
6. El 30 de diciembre el Hospital México se apunta otra pérdida porque “no hubo respuesta del coordinador hospitalario”.
7. El 7 de enero del 2018, en el Hospital México “No hubo respuesta del equipo de trasplantes pasadas las 2 horas que establece el lineamiento”.
8. El 21 de enero del 2018, en el Hospital Nacional de Niños, se destaca: “No hubo respuesta del coordinador hospitalario”.

A criterio de Arrieta, las buenas intenciones del decreto se quedan en el plano administrativo, pues solo tocan al personal del Ministerio de Salud, mientras que la vulnerabilidad ante eventuales situaciones hospitalarias no se ataca.

“La Caja funcionaba antes con disponibilidad de personal, como antes operaba el Centro Hepático, que tenía un equipo para poder hacer un trasplante a cualquier hora, pero a finales del 2016, la Caja le quitó el presupuesto al centro hepático”, explicó la presidenta de la fundación.

Aún así, en la Caja sostienen que las medidas adoptadas para el trabajo de la red de trasplantes son positivas, y que la situación mejora.