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Champions en pandemia y llegó la final: el clásico contra el nuevo rico

Análisis de la ‘Final 8’ de la Liga de Campeones por Luis Daniel Rojas Jiménez Hoy se enfrentarán en Lisboa…

Por Desde la Columna

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Champions en pandemia y llegó la final: el clásico contra el nuevo rico
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Análisis de la ‘Final 8’ de la Liga de Campeones por Luis Daniel Rojas Jiménez

Luis Daniel Rojas es hidrogeólogo de profesión y aficionado ávido del análisis del fútbol, sus números y detalles.

Hoy se enfrentarán en Lisboa el Paris Saint Germain francés del tico Navas ante el Bayern Múnich de Alemania en la final de Liga de Campeones de Europa más tardía de la historia, debido a la pandemia mundial por COVID-19.

El duelo franco- alemán escenifica la batalla entre el fútbol moderno y el clásico, dos formas distintas de ver el mismo deporte. El PSG pertenece a la camada de nuevos ricos del siglo XXI, junto a los ingleses Chelsea y Manchester City; clubes que a falta de una rica historia deportiva han buscado construirla a punta de capital extranjero, fichajes rimbombantes y sueldos astronómicos, para meterse dentro de la aristocracia del fútbol europeo.

El club parisino, que ha conformado una especie de “super-equipo”, disputa su primera final de Champions League, un premio ausente en su sala de trofeos, en donde a nivel europeo solamente hay una extinta Recopa de la temporada 1995-1996.

A esa aristocracia europea pertenece su rival, el Bayern. Un club clásico en la competición, en cuyas venas corre la misma “sangre azul” del Real Madrid, el Milán, Liverpool, Barcelona, Ajax, y otros grandísimos clubes que han construido su prestigio histórico compitiendo entre sí desde las lejanas décadas de 1960 y 1970, jugando – y ganando – finales como ésta.

No es casualidad que el equipo alemán dispute su undécima final continental, cosechando cinco triunfos y cinco derrotas en las 10 anteriores. El último de estos triunfos fue en 2013, cuando el PSG apenas iniciaba su actual hegemonía doméstica gracias a la inyección de los petrodólares.

Poderío ofensivo, falencias atrás

Enfocándonos en lo que pasa dentro del rectángulo de juego, ambos equipos vienen de vencer con relativa facilidad al RB Leipzig y al Lyon en semifinales por idéntico marcador de 3-0.

Los parisinos aprovecharon graves errores en la salida del Leipzig y con un aporte clave del argentino Di María visaron su pasaporte a la gran final. Con un Neymar protagonista, pero fallón frente al marco, los franceses festejaron.

Por su parte, el Bayern tuvo más dificultades con el Lyon, que desaprovechó ocasiones claras de gol en pies de Depay y Ekambi. Los goles que no anotaron los lioneses entraron en su propio marco, gracias a un doblete de Serge Gnabry y a otro del goleador polaco Lewandowski, que llegó a 15 goles en el torneo.

Tuchel, técnico alemán del PSG, debió tomar apuntes y subrayar con rojo las falencias de la defensa muniquesa. Rápidas salidas al contraataque, aprovechando errores de pase en el mediocampo, casi le cuestan caro al Bayern. Pases a las espaldas de Alaba y un mermado Boateng haría que las estrellas Neymar y Mbappé se froten las manos.

Ante estos fallos, Hans-Dieter Flick aseguró que tomarán medidas para reacomodar su defensa y así evitar sustos mayores en la final. Es posible que el recuperado lateral diestro Pavard sea de la partida, desplazando al todo terreno Joshua Kimmich a su hábitat natural del mediocampo.

Así, Kimmich formaría el doble pivote junto a Thiago, enviando al banquillo a Leon Goretzka o al croata Perišić. Las variantes del Bayern hacen que Flick pueda estar tranquilo, ya que cuenta con hombres de refresco como Coutinho, Coman, Lucas Hernández, y Tolisso.

Del otro lado, el PSG cruza dedos para contar con el arquero costarricense Keylor Navas y con el italiano Verratti, ambos recuperándose de molestias que no les han permitido jugar con regularidad en los encuentros previos.

Salvo sorpresa, Tuchel debería alinear la misma defensa comandada por el veterano Thiago Silva, con un mediocampo compuesto por Marquinhos, Ander Herrera y el argentino Leandro Paredes. El tridente de ataque compuesto por Neymar, Di María y Mbappé es sin duda un motivo que desvela a los alemanes. En el banco de suplentes aguardarán turno jugadores como Mauro Icardi, Draxler o Sarabia.

Por la convicción ofensiva de ambos equipos, sus delanteros, y el título en juego, es de esperar abundantes goles en una final que promete deleitar a aficionados en todo el mundo.

Lejos quedará el recuerdo de finales que provocaron bostezos como la de 2003, cuando AC Milán y Juventus empataron a cero en Old Trafford. Por el espectáculo, esperemos que se asemeje a la final de Estambul de 2005, con la increíble victoria del Liverpool después de remontar un 3-0 adverso ante el mismo Milán.

Con Lewandowski, Neymar, Gnabry, Mbappé, y (ojalá) Keylor, el espectáculo está garantizado.

Luis Daniel Rojas es hidrogeólogo de profesión y aficionado ávido del análisis del fútbol, sus números y detalles.