Marco Marín
Los dos principales motores de las exportaciones desde las zonas francas costarricenses son los implementos médicos y los servicios de consultoría financiera, según datos del Banco Central de Costa Rica publicados el sábado.
Dichas cifras son ejemplo de la diversificación lograda por el Régimen Especial en los últimos años, afirmó el director general de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), Jorge Sequeira.
“Las tendencias de las exportaciones (…) vienen a respaldar, una vez más, el dinamismo que muestran los sectores de ciencias de la vida y servicios corporativos. Tanto en la generación de empleos, como en la exportación de bienes y servicios en los últimos años.
“Solo en el 2020, las empresas de ambos sectores fueron las responsables de generar casi 20.000 empleos en el país. El sector servicios registró ventas al exterior que alcanzaron los $5.000 millones, mientras que ciencias de la vida registró exportaciones por el orden de los $4.000 millones”, agregó tras la consulta de El Observador.
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“Subir peldaños”
Con base en esas cifras, los productos manufacturados por empresas de dispositivos médicos y afines representaron un 65% del total facturado por las cerca de 400 empresas ubicadas en Zonas Francas, en 2020. Ese monto ascendió a los $6.100 millones.
En el caso de los implementos médicos, estos tiene un 34,3% de participación en las exportaciones de bienes y servicios en los regímenes especiales.
En segundo lugar, se ubica la venta de servicios de consultoría financiera, que representa un 20,3% de lo vendido al exterior por dichos regímenes.
Ls alimentos en conservas representan el tercer rubro de mayor exportación (10,4%), en cuarto y quinto lugar destacan la comercialización de servicios informáticos (7,2%) , así como los empresariales (5,9%).
“Hace casi cuatro décadas, iniciamos produciendo bienes y servicios en el peldaño más bajo de la cadena de valor, pero gracias a una apuesta educativa país y trabajo conjunto entre el sector público y privado.
“Hemos logrado subir peldaños que hoy nos permiten producir bienes y servicios de alto valor agregado, con miras a transicionar a actividades de investigación y desarrollo”, recalcó Sequeira.
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Valor agregado
En esa línea cabe destacar el impacto que tienen estos rubros tanto a nivel internacional como local. Por ejemplo, los implementos médicos representan el 70% del valor agregado generado por los bienes en cadenas globales valor.
En el caso de los servicios la oferta de consultorías en el área financiera, informática y empresarial hay una alta repercusión. Esto quiere decir que se logra encadenar una serie actividades de producción en al menos dos países diferentes, según estudios del Banco Central.
Sin embargo, dichas conexiones también son internas y crean un beneficio transversal en la economía nacional al requerir insumos locales para la manufactura de los productos mientras que pueden ser la base para artículos más sofisticados.
Esto se conoce como encadenamiento productivo “hacia atrás y hacia adelante”, respectivamente.
“Costa Rica tiene toda la oportunidad para continuar impulsando la generación de empleo, promover las exportaciones y dinamizar la economía local. Es decir, somos un país cada vez más comprometido con la sostenibilidad que puede contribuir con los objetivos comunes de las empresas en esta línea.
“Tenemos una plataf.orma dinámica para desarrollar el talento humano y continuamos impulsando el desarrollo en la industria 4.0 para llevar mayor prosperidad”, reiteró el portavoz de Cinde.
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Marco Marín
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