CNP planea construir edificio de ¢3.200 millones mientras debe ¢9.000 millones a proveedores

“Vamos bien, la casa se ve sucia, pero aquí (en el edificio actual) no podemos hacer nada”, dijo Rogis Bermúdez, presidente del CNP, poco antes de las 4 p.m. de este jueves, en una de las viejas oficinas de la institución.

El funcionario del Consejo Nacional de Producción (CNP) habló con El Observador, sobre los planes para sacar a la entidad de la crisis de credibilidad política y económica que enfrenta (arrastra más de ¢9.000 millones en deudas a proveedores), y destacó que se pretende levantar un edificio nuevo con un costo estimado en unos ¢3.200 millones.

Para ser una institución que presenta cuentas por cobrar por el orden de los ¢18.000 millones, no son muchas las posibilidades para echar mano a recursos frescos de dónde emprender la inversión.

Así que en el CNP consideraron oportuno meter mano a un fideicomiso del Banco de Costa Rica por ¢6.300 millones, obtenido en el 2013 por la venta del terreno donde están las actuales (y precarias) de la entidad.

En sencillo: el CNP vendió su terreno al BCR, con lo que constituyó un fideicomiso por ¢6.300 millones, y en lugar de utilizar la totalidad para cancelar deudas, espera construir un edificio para el que no tiene terreno.

Bermúdez atendió la tarde de este viernes a El Observador, en una de las viejas oficinas del CNP, donde explicó que si bien una gran parte del fideicomiso se ha utilizado para el pago de proveedores, destinarán unos ¢3.200 millones al nuevo edificio.

Lo dijo con toda la claridad, a pesar del cuadro de gripe que lo aquejaba durante la entrevista, y especificó que esos recursos “se mantienen intocables” para los planes de construcción del nuevo edificio, aunque aclaró que siguen sin terreno.

“Estamos negociando con otras instituciones del Estado para que se nos facilite un terreno”, añadió Bermúdez.

Las conversaciones para la búsqueda de la opción más viable continúan, pero la posibilidad brindada por el Programa Integral de Mercadeo Agropecuario (PIMA) es la que más resuena entre los tomadores de decisiones.

¿Cómo una institución que apenas en 2013 se escapó de la quiebra técnica planea invertir en nuevos edificios?

“Hoy día nuestras cuentas por cobrar andan en ¢18.000 millones, tenemos saldo a favor. Pero estamos gestionando con las instituciones del Estado para que se nos cancele a la mayor brevedad posible”, explicó Bermúdez.

Así las cosas, con ese saldo a favor (que todavía no está en las arcas de la institución) el CNP espera tener recursos para pagar los más de ¢9.000 millones que le debe a sus proveedores, la mayoría de ellos, enlistados en el polémico y estrella Plan de Abastecimiento Institucional (PAI), el mismo que ha sido denunciado por la entrega de alimentos en mal estado y a precios desproporcionados, a los centros educativos.

Pago a proveedores

Comedores escolares, Cen-Cinais, hospitales y centros penitenciarios son parte de los centros públicos que atiende el programa PAI del CNP. Actualmente los puntos de distribución alcanzan los 2.900, entre 37 instituciones públicas del país, a las que se abastece de productos de forma semanal.

Sin embargo, el sistema de pagos que se ha manejado históricamente, semejante a un viacrucis que viene y va de un punto a otro, permite que las instituciones continúen arrastrando deudas en el CNP.

“Anteriormente se hacía el pedido, el productor iba entregaba, se devolvía a entregar la factura, luego venía el CNP a cobrarla, luego el CNP iba a cobrar y no estaba el cheque o no estaba firmado; era un reproceso muy grande”, contó Bermúdez.

El mayor ejemplo de esto es el Ministerio de Educación Pública (MEP), que según cálculos del jerarca del CNP, la deuda de la institución con el PAI ronda los ¢14.000 millones.

Al cierre de esta edición, no se logró contacto con el Ministerio de Educación Pública (MEP).