Desde la Columna
Andrea Bonilla para El Observador
¿Soy sólo yo o el “tiempo” en esta época es un poco efímero e incluso parece alargarse más de lo que acostumbra?
Ya pasaron dos semanas y aunque fue rápido, al mismo tiempo siento que hemos logrado “meter” un montón de cosas dentro de esas dos semanas que hasta pareciera que pasó un año.
Los hoteles están viento en popa. Estamos sumamente agradecidos con el apoyo que hemos recibido de parte de nuestro mercado local, creo que incluso me atrevería a decir que tenemos “Cayuga junkies” formándose. Pero, ¿cuáles son nuestros retos más grandes hoy en día?
Tenemos huéspedes sumamente comprensivos y felices con la experiencia que ofrecemos. También tenemos nuestro equipo de trabajo muy agradecido y cada uno muy cuidadoso de su trabajo (ya que todos estamos claros de que el desempleo está altísimo) y de nuestro compromiso con la seguridad de nuestra salud.
El enfoque ha estado en lograr un maridaje perfecto entre el servicio de lujo que se le otorga al huésped, la necesidad de mantener la infraestructura impecable, nuestro equipo a un 50% del tiempo y del salario sin que nuestro flujo de caja se vea afectado.
En otras palabras, ver cómo podemos lograr la siguiente fórmula:
Servicio de lujo + infraestructura impecable + equipo a un 50% = flujo de caja positivo
En estos días estamos trabajando en la nitidez, en los detalles y en lo que es un trabajo impecable. Todo esto lo estamos combinando con crear consciencia de que cada uno de nosotros es responsable por lo que escoge hacer y cómo lo hace.
El enfoque en esto esperamos nos lleve a un mejor desempeño, a maximizar el tiempo, a ser más efectivos y eficientes sin esperar que alguien más nos resuelva.
¿Cómo? Pues empezamos con escoger muy bien a nuestro personal. Los escogemos a cada uno basados en actitud y entrenamos para aptitud. Hacemos sesiones (con el distanciamiento necesario) uno a uno y entrenamientos a los líderes para enfocarnos en la importancia de creer en cada uno de nosotros, en hacernos responsables.
De esta manera logramos comprometernos a hacer las cosas bien, a hacerlas porque queremos y no porque debemos. Por ahora esto nos ha ayudado a mantener la motivación alta, a poder apoyar a las comunidades aledañas, a tener huéspedes felices y a mejorar el resultado del flujo de caja que habíamos proyectado.
Nuestro enfoque sigue siendo en sacar provecho a estos momentos de incertidumbre y aprovechar que el cambio es uno de nuestros valores, para anclarnos fuerte en la flexibilidad y la resiliencia.
#FuertesHoyExtraordinariosMañana
Desde la Columna
