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Componentes para una Planificación Financiera Personal Saludable

¿Están sus asuntos financieros en orden? ¿Las acciones que toma obedecen a una planificación para alcanzar ciertos objetivos? ¿Están sus finanzas personales preparadas para enfrentar momentos difíciles?

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 5 minutos
Componentes para una Planificación Financiera Personal Saludable
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Luis Carlos Fournier para El Observador

¿Están sus asuntos financieros en orden? ¿Las acciones que toma obedecen a una planificación para alcanzar ciertos objetivos? ¿Están sus finanzas personales preparadas para enfrentar momentos difíciles?

Estas son preguntas que se hacen algunas personas y que con frecuencia se hacen en momentos en los que corregir el rumbo de nuestras finanzas es más difícil.

La administración de nuestras finanzas es crítica para alcanzar nuestros objetivos personales con el menor trauma posible. En los tiempos actuales, la incertidumbre sobre el estado de nuestras finanzas, ocasiona estrés. Según la Asociación Americana de Psicología, para 2015, 72% de estadounidenses experimentaron estrés relacionado con sus finanzas en algún momento y el 22% lo hacía todo el tiempo. Es algo que debería ser atendido por el efecto perjudicial que tiene sobre la salud.

Por lo anterior y esperando aportar de herramientas que tenemos disponibles para administrar nuestras finanzas, quiero compartir con ustedes algunos componentes básicos de la Planificación Financiera Personal. En esta entrega hablaremos sobre los primeros dos componentes y en las siguientes, presentaremos otros elementos.

Lo primero es que es importante es tener presente que gestionar nuestras finanzas es un proceso dinámico y que implica el constante monitoreo; a la vez, es necesario decir que tampoco debemos obsesionarnos con este proceso. Se debe considerar al dinero como un medio y no como un fin en sí mismo.

Los componentes de una Planificación Financiera Personal saludable son:

  1. Autodiagnóstico Financiero
  2. Establecimiento de Objetivos
  3. Planificación
  4. Ejecución
  5. Monitoreo y ajuste

1. Un Autodiagnóstico Financiero, es decir, realizar un listado de los fondos y cosas con los que contamos, ya sean ahorros, fondos en cuentas de débito, inversiones a plazo plazo, acciones, vehículos, lotes, casas u otros. Se trata en esencia de un inventario de activos y debemos asignar un valor a cada uno de éstos. Así mismo, listamos nuestras deudas que pueden ser hipotecas, créditos personales, saldos pendientes o pagos a plazo en tarjetas de crédito, prendas y registramos el saldo de éstas. Estos dos listados representan, en términos contables, nuestros activos y nuestros pasivos en un momento en el tiempo.

Una muestra de cómo podrían verse estos listados sería así:

Procedemos a listar nuestros ingresos y nuestros gastos. Los ingresos deben contemplar todas las entradas de efectivo y pueden ser tanto aquellas provenientes del salario, así como intereses, alquileres, dividendos y otros y los gastos serán aquellos que hacemos para el mantenimiento de la casa, el alquiler, la escuela, comida, servicios públicos, mantenimiento del vehículo, incluyendo seguro y marchamo, recreación y otros. Es importante incluir en el ejercicio de gastos, el detalle de cada cosa que es consumida al mes, las personas siempre se sorprenden cuando realizan el detalle ampliado de “Gastos de Supermercado” o “Gastos varios” y se dan cuentan que gastan en cosas que podrían no se vitales. Para completar el ejercicio es necesario validar que cada activo que listamos en el primer paso, le debería corresponder una línea de gastos, por ejemplo: Casa: mantenimiento mensual y anual, impuestos municipales etc.; Carro: gasolina, servicio, seguro, marchamo, etc.

Al final de este ejercicio contaremos con una herramienta que nos permitirá darnos una idea bastante buena de nuestra situación financiera, de cuánto estamos financiando gastos recurrentes (Supermercado, salidas) con la tarjeta de crédito, cuánto estamos gastando al mes en gasolina o en alquiler y cuánto realmente nos está quedando disponible de nuestro flujo de caja mensual. Así mismo, nos dará una idea de cuánto de nuestra posición financiera está en dólares y cuánta en colones, si nuestro riesgo por esta diferencia en posiciones es manejable y cuánto podría ser el impacto de un movimiento adverso del tipo de cambio.

En esta etapa es crítico calcular nuestro ingreso de forma adecuada, aquellos asalariados deberán conocer con exactitud los rebajos automáticos que le hacen a su salario, ya sea por la contribución a la Asociación Solidarista o al sindicato, por el pago de deudas con estas organizaciones, por fondos de pensiones complementarias y si se aprovechan los escudos fiscales permitidos por ley como el del beneficios por hijo o por cónyuge y también el que permite rebajar del impuesto un porcentaje de la contribución a un Fondo de Pensiones Complementario.

También es importante determinar qué proporción de nuestro ingreso es variable y qué parte es fija, especialmente para aquellos en profesiones liberales o de ventas.

¿Cuáles egresos son obligaciones contraídas con baja posibilidad de por reducirse? Los créditos entran en esta categoría, al igual que alquileres, membresías y mensualidades de escuelas.

¿Qué proporción de nuestros gastos es inevitable y ajustable? Los servicios públicos, que incluye agua, electricidad, internet, cable y ya menos frecuente teléfono residencial son fijos pues son inevitables, el monto sin embargo puede variar, ya sea al alza cuando hay fugas de agua o electrodomésticos con alto consumo, o a la baja, si se cambia de Plan de Internet o de proveedor o se cambia el electrodoméstico “gastón”.

¿Cuáles gastos son evitables? La primera vez que se elabora este ejercicio, a las personas les cuesta reconocer que algunos de nuestros gastos sí son evitables y que más bien obedecen a otro tipo de motivaciones no financieras, y aunque mucho se ha hablado de la forma racional o irracional para la toma de decisiones lo cierto es que, en ocasiones, nuestros mejores esfuerzos por mejorar nuestra posición financiera se ven saboteados por nosotros mismos. Ese capuccino extragrande con leche de almendras de 3000 colones podría no significar un gran impacto en nuestras finanzas si es algo que sucede en forma ocasional, sin embargo, uno de esos diariamente podría significar un gasto anual de más de 1 millón de colones.

Después de analizar esta información y determinar con certeza nuestra posición financiera se puede iniciar a construir el siguiente componente.

2. Establecimiento de Objetivos, estos pueden ser, reducir el endeudamiento, aumentar el flujo de caja neto, crear un fondo de ahorro para emergencias o planificar un viaje de vacaciones.

¿Qué información es importante para establecer el objetivo? Conocer nuestra posición financiera es vital. Una vez realizado el inventario de Activos y Pasivos y determinado nuestro flujo de efectivo podemos identificar prioridades financieras.

El conocer nuestra posición financiera puede llevarnos a modificar nuestras prioridades. Es común que estos ejercicios de Planificación Financiera se inicien cuando el sentimiento de agobio es ya alto y siempre digo, nunca es tarde. Al calcular nuestra posición financiera podemos identificar áreas de debilidad y de fortaleza financiera y esto nos ayudará a el establecimiento de los objetivos.

Después del diagnóstico, podemos reorganizar nuestros objetivos y el viaje de vacaciones puede tomar un segundo lugar al de pagar la deuda de la tarjeta de crédito, o tarjetas como tristemente es la situación en muchos hogares. Para poder hacer cosas y mejorar nuestra situación financiera pagar deudas con alto costo es un buen comienzo.

Una vez identificados nuestros objetivos podemos proceder con la elaboración del Plan que nos permitirá alcanzar esos objetivos, ya sean financieros o personales.

Luis Carlos Fournier es Administrador de Empresas.
[email protected]