Tomás Gómez
La temporada atípica de huracanes se niega a irse del Caribe. Tras el paso de Eta y Iota en las últimas semanas las autoridades regionales vigilan ahora dos formaciones nuevas.
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes ambas están aún en etapa de bajo potencial, con menos de 40% de posibilidades de evolución.
Su presencia, sin embargo, no deja de causar alerta por la vulnerabilidad en que se encuentra la zona.
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El primer caso se ubica al sur del Caribe, frente a Costa Rica y Panamá, y podría generar un sistema de baja presión.
“Independientemente de que se forme un ciclón tropical, fuertes lluvias son posibles durante los próximos varios días desde Nicaragua hacia el sur a través de América Central y Colombia”, dice el último parte.
El Instituto Meterológico Nacional (IMN) destacó que el fenómeno se ha debilitado y bajó de 40% a 20% en sus posibilidades de influencia.
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Pese a ello, la Comisión Nacional de Emergencias adelantó desde el martes un monitoreo constante de la situación que se estaría manifestando con más fuerza en fin de semana en caso de fortalecerse.
Otro sistema al norte del Caribe
Al norte del Caribe, por su parte, destaca otra formación que, de crecer, golpearía la otra semana.
Entre sus puntos de influencia están Bahamas y Bermudas.
Huracanes gastaron los nombres
La temporada de huracanes, que tradicionalmente llega hasta noviembre, ha tenido este año un comportamiento más agresivo.
A la fecha se registran 31 eventos, igualando el récord del 2005 cuando se presentaron huracanes históricos como Katrina y Wilma.
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Para este año la afectación arrancó el 1 de junio con el Huracán Arthur y su intensidad hizo que se gastaran los nombres disponibles.
Ante esos casos se recurre a letras griegas para nombrar las tormentas. Así, en caso de evolucionar, el siguiente se denominaría Kappa.
Iota se disipó sobre El Salvador
Los países centroamericanos comenzaron este miércoles a ver una mejoría del tiempo, tras sufrir el violento impacto del ciclón Iota, que se disipó sobre El Salvador después de dejar al menos 14 muertos, poblados inundados y daños a la infraestructura vial.
Este miércoles las autoridades de Nicaragua reportaron la muerte de cuatro personas, incluyendo tres niños, por un derrumbe en un macizo en el departamento norteño de Matagalpa, lo que elevó a 14 el número de fallecidos por el ciclón.
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Diez de los muertos se dieron en Nicaragua, dos en el archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, uno en Panamá y otro en El Salvador.
Desde que tocó tierra el lunes en el Caribe Norte de Nicaragua como huracán categoría 5 -la máxima en la escala Saffir-Simpson-, Iota, el segundo ciclón del mes después de Eta, inundó viviendas y extensas regiones de cultivos, derribó árboles, dejó incomunicados decenas de poblados y provocó daños en carreteras.
Tras degradarse a depresión tropical sus “remanentes de humedad asociados” se ubican a 35 km al oeste-noroeste de San Salvador, informó el ministerio del Ambiente de ese país.
En San Salvador, aunque el peligro de las lluvias se mantiene, la comisionada presidencial Carolina Recinos destacó que el “trabajo de prevención”, con evacuaciones oportunas, evitó que el país sufriera más víctimas.
De zonas de alto riesgo fueron evacuadas 880 personas a 230 albergues distribuidos en todo El Salvador.
