Paula Umaña
Las consecuencias de la entrada del coronavirus al país eran impensables para la mayoría de la población.
Bares, casinos, hoteles, comercios y restaurantes cerrados, chapoteando para sobrevivir ante la crisis. Hospitales y personeros de salud en vilo ante el aumento de casos con COVID-19…
Y la posibilidad de un aumento en los episodios de violencia doméstica e intrafamiliar. De este último punto, no se ha hablado mucho.
La psicóloga y profesora de la Universidad de Costa Rica (UCR), Adriana Rodríguez, explicó que las condiciones generadas por la emergencia sanitaria en el país, como el teletrabajo y el confinamiento, implican que muchas mujeres deban mantener aún más contacto con sus agresores, aunado a un mayor aislamiento social.
“Es importante partir de un elemento fundamental: para muchas mujeres el lugar más inseguro es la casa. La situación que atravesamos va a implicar que muchas van a tener que estar de manera aún más insegura en contacto con personas que las maltratan”, señaló la experta.
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Según Rodríguez las condiciones de aislamiento social son un factor de riesgo fundamental para que exista violencia, tanto para aquellas mujeres que ya son víctimas como para quienes no, al existir un mayor control por parte de sus parejas o familiares.
Indicó que la emergencia sanitaria del país genera gran frustración y sensación de impotencia en las personas. Muchas desconocen cómo lidiar con la situación, por lo que podrían darse episodios que pongan en riesgo a las poblaciones más vulnerables como las mujeres y los niños.
El jefe de Psiquiatría del Hospital Nacional de Niños (HNN), Max Figueroa, explicó que los episodios de aislamiento potencian los sentimientos de incertidumbre y ansiedad, por lo que también aumentan las posibilidades de agresiones a los menores de edad.
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Casa insegura
El pasado 8 de marzo, miles marcharon en San José. Uno de los mensajes más fuertes y presentes es contra la violencia de la cual son víctimas las mujeres todos los días. (Paula Umaña/El Observador)
Kattia Solís, coordinadora a.i. de la Oficina de Violencia de Género del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), aseguró a El Observador que aún no hay evidencia de un aumento en denuncias por violencia doméstica e intrafamiliar, en momentos en que se viven situaciones de cuarentena o restricciones de salida. Pero esto no significa que no hayan subido los episodios.
Solís explicó que muchas mujeres aprovechan cuando están solas para salir a denunciar, por lo que el proceso puede complicarse en época de confinamiento.
“El espacio doméstico o intrafamiliar suele ser uno de los espacios más inseguros para las mujeres, esto hace que la situación en este momento en el cuál es necesaria una mayor convivencia y estadía dentro de las casas las esté colocando en mayor situación de riesgo”, dijo Solís.
Ante la reclusión en el hogar que miles de costarricenses están atravesando en este momento, el Inamu reforzó la capacidad para atender telefónicamente consultas y denuncias.
Rodríguez hizo un llamado a que si bien la emergencia por COVID-19 obliga a estar más en casa, las mujeres no deben aislarse completamente y deben mantener el contacto con sus familiares, amistades y redes de apoyo.
“También poder alertar a sus hijos e hijas y familiares sobre qué hacer en una situación de violencia o agresión en proceso, como llamar al 9-1-1 o pedir auxilio policial. Aunque estén aisladas no están solas, esa tiene que ser la consigna”, manifestó la psicóloga.
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Líneas de atención
Para realizar consultas sobre derechos – incluidos los laborales – así como denuncias, el Inamu habilitó varios números telefónicos Y el correo [email protected].
Solís resaltó que ya existe coordinación con el Ministerio de Seguridad y la Fiscalía, con el fin de reforzar los protocolos existentes y garantizar la atención a esta población, que suele ser más vulnerable cuando toda la familia está en el hogar.
“Hemos trasladado funcionarias para fortalecer la atención y atender eventuales situaciones de emergencia vía telefónica y hemos coordinado con otras instancias para garantizar la continuidad de los servicios de protección”, mencionó ministra de la Condición de la Mujer, Patricia Mora
“Quiero hacer un llamado muy sentido a las mujeres: acudamos a los servicios que Inamu ha reforzado. Ustedes no están solas, las vamos a acompañar”, enfatizó la jerarca.
Otros servicios de seguimiento atendidos por la Delegación de la Mujer, como atención por parte de psicólogas, abogadas y trabajadoras sociales se darán vía telefónica y de forma gratuita.
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La presidenta del Inamu reiteró el llamado para que las labores de cuido de adultos mayores y niños – aumentados por la situación que vivimos – sean compartidas y no recaigan únicamente en las mujeres.
Si una mujer enfrenta una situación de alto riesgo de violencia intrafamiliar debe llamar de forma inmediata al 9-1-1 (la llamada es gratuita y confidencial) o al teléfono 2527-3761 de la Delegación de la Mujer.
Paula Umaña
Un viaje diario entre palabras, versiones, hechos y verdades. Una periodista en constante aprendizaje, con el sueño de ser bióloga marina y sumergirse en las historias más profundas del gigante acuático.
