Paula Ruiz
Con 43 votos a favor el plenario legislativo aprobó en primer debate el tercer presupuesto extraordinario de la República que consiste en una modificación presupuestaria para obras de infraestructura y otros rubros.
Los cambios en el plan de gastos para este año cambian el destino de ¢51.000 millones, de los cuales ¢40.000 millones se destinarán al fideicomiso San José-San Ramón, obras de ampliación en Guanacaste, Zona Sur y el tapón de la ruta Lindora-Santa Ana, así como el puente General Viejo, y recursos para el paso Taras-La Lima.
Asimismo, se autoriza la creación de plazas para la dirección nacional de Cen-Cinai, con tal de reforzar la atención en zonas periféricas, además de una para la gerencia en la Unidad Ejecutora de la Terminal de Contenedores de Moín del Consejo Nacional de Concesiones (CNC).
Ana Lucía Delgado, diputada por el Partido Liberación Nacional (PLN) advirtió al Gobierno sobre la urgencia de una contención real del gasto.
“Porque seguiremos siendo vigilantes de los temas presupuestarios”, señaló.
La oficialista Laura Guido reconoció -ante críticas de algunos congresistas- que el Gobierno enviará a la Asamblea Legislativa, los presupuestos extraordinarios que sean necesarios.
“Ahora llegan a cuentagotas por la urgencia de la administración de hacer modificaciones que, en el pasado se hacían de forma más ágil y que no requerían pasar por esta Asamblea”, sostuvo.
El presupuesto se compone además de ¢21.483 millones de ingresos extraordinarios externos por tipo de cambio, ¢2.345 millones en ingresos corrientes por los intereses del Banco de Costa Rica (BCR) tras la absorción de Bancrédito.
