Tomás Gómez
Para recoger la basura que flota en el río Tárcoles, próximamente se instalará un “Interceptor”. Se trata de un mecanismo de fabricación holandesa que recoge los desechos y los almacena en contenedores.
Para ello, se coloca un una barrera en el río donde queda atrapada la basura. Desde ahí, los residuos pasan a una barcaza donde una cinta tranportadora los va distribuyendo en los recipientes.
Una vez que los depositos están casi llenos, se emite una alerta para que operadores locales vayan a limpiarlos. La capacidad es de 50 metros cúbicos.
El “Interceptor” fue donado por el Reino de los Países Bajos con motivo del Día Internacional de los Océanos.
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Durante el acto de entrega, además, las autoridades costarricenses firmaron un convenio con la organización holandesa The Ocean Cleanup para coordinar con diferentes sectores y comunidades costeras el desarrollo de tecnologías de limpieza, gestión de residuos y aprovechamiento de los mismos.
Según la embajadora de Países Bajos en Costa Rica, Christine Pirenne, la meta es poner en práctica al “Interceptor” y el convenio lo antes posible.
“Continuamos buscando soluciones para el consumo y uso sostenible del plástico, de manera que podamos evitar que siga llegando a los ríos y océanos”, acotó la diplomática.
